Plan Criminal

Plan Criminal en Argentina en Argentina

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Ejemplo de Plan Criminal, según el Ministerio Público Fiscal

De acuerdo con la Denuncia de Alberto Nisman de 13 de enero del 2015:

Acciones para impulsar el plan criminal:

a) La campaña del descrédito
El plan encubridor incluyó paralelamente una estrategia mediática y discursiva destinada a horadar la credibilidad de la justicia argentina y de los funcionarios a cargo de la investigación del atentado, achacándoles que la causa se encontraba paralizada, además de falta de objetividad y fundamentalmente permeabilidad a la influencia de intereses ajenos a la búsqueda de la verdad y la justicia.
Se trató de una verdadera y, por cierto, nefasta campaña de descrédito a la actual investigación judicial del caso AMIA, en lo que ha sido otro de los medios para concretar el plan encubridor, dado que la deslegitimación de la acusación permite presentar, públicamente, y dar verosimilitud a las “nuevas hipótesis” y a los “nuevos” autores del hecho y, de esa forma, permitir la desvinculación de los acusados iraníes y, principalmente, de Teherán, de todo involucramiento terrorista en el caso. El descrédito no es inocuo, sino que contribuye a la finalidad del encubrimiento aquí denunciado.

a. 1) La causa está llarmada ”
Este cliché ha sido la primera punta de lanza para intentar cuestionar la certera investigación judicial argentina que ha logrado determinar, en gran medida, los responsables del atentado ocurrido en Buenos Aires el 18 de julio de 1994. Por otra parte, ha sido desde siempre la versión oficial del régimen de Teherán. Simplemente, una estrategia comunicacional y de defensa que, para la República Islámica de Irán, ha resultado exitosa.

Según esta falsa premisa, existen intereses extranjeros promovidos por facciones políticas procedentes de Israel y/o Estados Unidos que han logrado influenciar y manipular a la justicia argentina para que fabrique la acusación que involucra a ciudadanos iraníes en el atentado contra la AMIA, con el objeto de deslegitimar y dañar la reputación internacional de la República Islámica de Irán, atribuyéndole la responsabilidad por un hecho de terrorismo en Sudamérica.

Ninguna prueba existe de estas acusaciones hechas a la ligera. No podría haberla tampoco pues sencillamente la pretendida manipulación de potencias extranjeras nunca sucedió y las conclusiones de la investigación son, ni más ni menos, que el resultado del análisis de la prueba que obra en el expediente. Que la evidencia reunida guste o no a determinado sector o país es una cuestión absolutamente ajena al suscripto.

Ahora bien, a partir de la puesta en marcha del plan de encubrimiento por parte de ciertas autoridades del gobierno argentino, la campaña de descrédito, hasta ese momento exclusivamente orquestada desde Teherán, experimentó un sutil giro que le ha otorgado una impronta distinta. Las más altas autoridades de la nación, incluida la Presidente y el Canciller, lejos de oponerse a la retórica iraní parecieron adherirse a ella y contribuyeron a aumentar las expresiones de deslegitimación y descrédito.

Anteriormente, Luis D’Elía había actuado como vocero local de esta versión, pero ello le costó su puesto en el gobierno de Néstor Kirchner, que no permitió que ninguno de sus funcionarios pusiera infundadamente en duda las conclusiones del Poder Judicial y el Ministerio Público Fiscal. D’Elía nunca dejó de comunicar esta versión falsa y deslegitimadora.

En ese contexto, mientras D’Elía operaba aseverando que intereses extranjeros habían logrado influenciar y manipular a la justicia argentina para fabricar la acusación contra Irán, Cristina Elisabet Fernández reforzaba la retórica a través de su cuenta de “twitter”, manifestando: “…jamás permitiremos que la tragedia AMIA sea utilizada como pieza de ajedrez en el tablero de intereses geopoliticos ajenos” (Mensaje de twitter de la cuenta de Cristina Fernández del 27 de enero de 2013 10:32). Esta frase fue celebrada por el mismo D’Elía, quien destacó que Cristina Elisabet Fernández había hecho referencia a la utilización del tema AMIA en cuestiones geopolíticas de otros Estados (“Causa AMIA: Para D’Elía, los acusados iraníes van a ser sobreseídos”, Infobae, 1/3/2013).
Consterna constatar que la causa AMIA, a contramano de lo expresado por la Presidente Fernández, fue usufructuada como pieza de cambio para lograr el restablecimiento de la relación comercial bilateral con la República Islámica de Irán, en función de un cambio en la visión geopolítica.

a. 2) La causa está paralizada
Con el objeto de lograr el apoyo de la opinión pública y el aval parlamentario, estratégicamente se intentó presentar al Memorando de Entendimiento -pieza importante en el plan encubridor- como la única alternativa posible para avanzar en la causa, como el camino que había que transitar, no porque fuera ideal -nadie podría creer que lo fuera- sino porque ya no quedaban otras alternativas y no había nada que perder.
De esa manera, se pretendió instalar la idea de que la causa judicial por el atentado se encontraba completamente paralizada desde hace años. Con esta afirmación, totalmente falsa, se buscó estratégicamente crear el ánimo en el público de que el memorando aportaba la única posibilidad de avanzar en la causa y que, si bien no era ideal y ciertos aspectos eran perfectibles, era mejor que la parálisis del expediente. En suma, falso pero se dijo que no se perdía nada intentando esta opción.

Para sostener este argumento, Timerman dijo: “…Por primera vez hay un compromiso por escrito de Irán…para que la causa “AMIA ” pueda salir de la total parálisis actual en la que se encuentra. Repito, la total parálisis actual en la que se encuentra…” y, luego, aclaró que se refería al “….proceso judicial en curso, que no ha tenido avances de ningún tipo en los últimos años” y advirtió a los legisladores: “Serán ustedes quienes decidan si la causa avanza o sigue paralizada»’ y posteriormente agregó: “La causa está paralizada desde el año 2006” y “Le recuerdo que van 19 años sin que hayamos logrado un avance significativo” (Versión taquigráfica del Plenario de las Comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales de la Cámara de Senadores desarrollado el 13 de febrero de 2013).

Similares expresiones repitió ante el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados (cfr. versión taquigráfica del Plenario de las Comisiones de Relaciones Exteriores, Justicia y Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Congreso Nacional, desarrollado el 26 de febrero de 2013).

Por su parte, en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Cristina Elisabet Fernández afirmó: “…la causa está estancada, desde hace 19 años no se moviliza…” (Discurso de Cristina Fernández, 68° Asamblea General de Naciones Unidas, 24 de septiembre de 2013). Y meses antes, al elevar el acuerdo con Irán al Congreso para su aprobación, había aseverado en Cadena Nacional: “Este Memorándum que hemos acordado es un paso adelante para destrabar una causa que hace 19 años está paralizada…’»’ (Discurso de Cristina Fernández, Cadena Nacional del día 08/02/2013).

En marzo de 2013, Cristina Elisabet Fernández escribió en las redes sociales: “Teníamos que destrabar esto”, en alusión a la causa AMIA (ver twitter del 04/03/2013 5:05 PM) y ante la Asamblea Legislativa: “…mi compromiso es intentar destrabar esto…»’’ (Mensaje de la Presidente Cristina Fernández a la Asamblea Legislativa con motivo de la Apertura del 131° período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, 01/03/2013).

En línea con la Presidente y el Canciller, otros funcionarios y representantes cercanos al entorno presidencial hicieron declaraciones de igual tenor. El entonces Senador Daniel Filmus sostuvo que el acuerdo “destraba la causa AMIA”, la cual “no se mueve desde 2006” y agregó que si bien: “no se puede garantizar el éxito cien por cien del memorándum, se sabe que la causa así congelada va directo al fracaso” (“Duro cruce de acusaciones entre Timerman y García Moritán”, La Nación, 19/02/2013). El Senador Nacional Miguel Ángel Pichetto, también afirmó en su alocución que “…la causa tiene una parálisis desde el año 2006…” (Versión taquigráfica del plenario de comisiones del Honorable Senado de la Nación, 13 de febrero de 2013).

Por lo demás, tamañas falsedades obligan a quien suscribe a enumerar aquí, aunque sea en forma somera, los significativos avances que ha tenido el expediente desde el año 2006, fecha en la cual se dictaron las órdenes de captura internacional que fueran avaladas por amplia mayoría en la Asamblea General de Interpol en noviembre de 2007.

Al año siguiente, 2008, se concluyó la labor que dio lugar a la denuncia por otro encubrimiento verificado en este caso, que beneficiara al imputado de Alberto Jacinto Kanoore Edul y que actualmente se encuentra en etapa de juicio oral. A fines de 2008 se dictaron los embargos preventivos contra las propiedades de los acusados, resultando en la inhibición registral de algunos bienes que Mohsen Rabbani posee en nuestro país.

En 2009 la Fiscalía a cargo del abajo firmante emitió un nuevo dictamen relativo al atentado. Allí se plasmó el trabajo relacionado con la identificación del coche bomba utilizado en el ataque y se explicó en detalle el funcionamiento de la célula terrorista de Hezbollah que actuó en la ejecución material del hecho. Incluso se pudo establecer la identidad y la participación del jefe de dicho grupo operativo, el libanés Samuel Salman El Reda, a quien se le atribuye haber coordinado la llegada y la partida, las operaciones de logística y las demás actividades desplegadas por el grupo operativo encargado de ejecutar la fase final del atentado. Sobre este sujeto también se dictó orden de captura nacional e internacional y la máxima prioridad de búsqueda de Interpol.

En ese pronunciamiento, se determinó que El Reda era un miembro activo del Hezbollah libanés, de una probada vinculación con destacados personajes radicados en la Triple Frontera, pertenecientes a esa organización. La labor de esta Unidad Fiscal también logró demostrar que El Reda conocía, cuanto menos desde 1987, la Ciudad de Buenos Aires y al imputado Mohsen Rabbani, y que su inserción en el medio local se fortaleció con su casamiento en 1989 con una mujer argentina: Silvina Sain. Esta vinculación con Buenos Aires y, fundamentalmente, con Mohsen Rabbani, sumada a la pertenencia de El Reda al Hezbollah, permitió trazar un puente eficaz entre la agrupación a nivel regional y el entonces gobierno de la República Islámica de Irán, cuyos máximos responsables políticos fueron imputados por el atentado.

La prueba reunida reflejó que, para el año del atentado, Samuel Salman El Reda residía en la Ciudad de Foz de Iguazú, pero que habitaba alternadamente entre esa localización y la vivienda de sus suegros en la Ciudad de Buenos Aires. Tal alternancia entre los domicilios de Brasil y Argentina fue aprovechada por el nombrado para desarrollar sus tareas, ya que no llamaba a sospecha en razón de sus contactos familiares.

A su vez, se logró probar que El Reda estuvo en la Ciudad de Buenos Aires en diversas épocas, y más precisamente, para la fecha próxima a la ejecución del atentado; como así también que el nombrado deliberadamente omitía dejar asentados sus movimientos migratorios, con el único objetivo de dificultar eventuales investigaciones y el seguimiento de sus pasos, y en lo que respecta al atentado contra la sede de la AMIA, dicha ausencia de registro de sus comprobados traslados de un país a otro solo pudo ser entendida como una actividad enmarcada en la función que llevó adelante en esa operación.

Otra circunstancia acreditada por esta fiscalía, en lo que hace particularmente al protagonismo de El Reda en la ejecución del ataque contra la mutual judía, es su intervención en las comunicaciones telefónicas que efectuó, ya que teniendo en cuenta a quiénes las realizó, desde dónde y cuándo las hizo, pudo concluirse que en tales contactos el nombrado transmitió información indispensable para la ejecución del hecho y cumplió una función de coordinación en la llegada y la partida, las operaciones de logística y las demás actividades desplegadas por el grupo operativo, ya sea respecto de los restantes agentes involucrados en la operación que, como él, actuaron a nivel local, como con quien lo hacía desde la zona de la Triple Frontera mediante un abonado celular a nombre de André Marques.

Tales comunicaciones fueron extrictamente necesarias e imprescindibles para que la operación concluyera de la manera en que lo hizo, al punto que el operativo no hubiera podido arribar a su fase final de no ser por la intervención de El Reda en los momentos y desde los lugares donde la llevó a cabo.

En relación a estas comunicaciones telefónicas, se tuvo en cuenta, en primer lugar, que las mismas fueron efectuadas desde lugares estratégicos, en función del atentado (terminales aéreas desde las que ingresó y egresó, cuanto menos, parte de los ejecutores del plan, como así también locutorios cercanos al objetivo). En segundo lugar, que fueron llamadas dirigidas, en algunos casos, a abonados correspondientes a centrales de comunicaciones de Hezbollah en Beirut (República del Líbano), como así también al abonado a nombre de André Marques, cuyo usuario se trató de un militante activo de Hezbollah, que también tuvo a su cargo la coordinación de acciones y agentes desde la Triple Frontera. Y en tercer y último lugar, se consideró también que los contactos se produjeron del Io al 18 de julio de 1994, habiéndose probado previamente que el abonado a nombre de Marques solo había recibido comunicaciones desde nuestro país entre esas fechas, ni antes ni después, lo que significa que ese teléfono se activó durante un período determinado y con un objetivo concreto: coordinar las tareas desarrolladas con el fin de atentado contra la sede de la AMIA.

En ese dictamen, quedó probado que los dos primeros llamados al abonado a nombre de André Marques -Triple Frontera- se registraron el 1 de julio, desde cabinas localizadas en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y el último, el 18 de julio, desde otra ubicada en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, tan solo dos horas antes de que estallara el artefacto explosivo que destruyó el edificio de la AMIA.

La circunstancia de que tanto el primero como el útlimo llamado registrado hayan sido realizados desde sendos aeopuertos llevó a concluir que se había informado al miembro activo de Hezbollah que operaba a nombre de André Marques, tanto la entrada como la salida de integrantes del grupo operativo que llevaron adelante la etapa final de la misión.

En definitiva, la labor de la Unidad Fiscal logró demostrar de manera sólida y contundente que Samuel Salman El Reda tuvo un papel determinante en el marco del apoyo local con el que contó la operación de atentar contra la sede de la AMIA.

Asimismo, en ese dictamen se brindó un extenso informe, de más de cien páginas, acerca de las tareas de esta Unidad Fiscal tendientes a individualizar la carrocería que se usó para el armado del coche bomba que explotó en la AMIA. Luego de la aplicación de adecuados filtros para depurar los extensos listados estudiados y un riguroso análisis posterior, se logró reducir el número posible de camionetas a cuatro unidades, entre las que -y así se concluyó- se encuentra la utilizada para el armado del coche bomba.

A partir de 2010 y a raíz de los pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la Cámara Nacional de Casación Penal del año anterior, en relación a la situación procesal de Carlos Telleldín, se comenzó la tarea de revisión de los elementos probatorios que surgían en contra del nombrado, lo que desembocó en un nueva solicitud de elevación a juicio respecto de Telleldín, en el mes de agosto de 2012.
En 2013, en virtud de la actividad investigativa realizada por esta fiscalía, que incluyó la obtención de testimonios en el extranjero, y de la prueba recolectada en los dos años anteriores -justamente relacionada con actividades ilegales de agentes al servicio del régimen de Teherán- se emitió un nuevo pronunciamiento de más de 500 páginas, en el cual se estableció la modalidad del régimen iraní para infiltrar varios países de Sudamérica e instalar allí estaciones de inteligencia destinadas a cometer, fomentar y patrocinar actos terroristas, en consonancia con sus postulados de exportación de la revolución.

La obtención de esta información ha sido central para contextualizar, regional y estratégicamente, el atentado contra la sede de la AMIA, así como también para acreditar con mayor detalle el rol del imputado Mohsen Rabbani en dicho ataque. En este dictamen, se demostró que el contexto en el que se llevó adelante el atentado contra la mutual judía, no se trató de un hecho aislado, sino que resultó ser un engranaje de un entramado mucho mayor, dominado por la política de penetración iraní en la región.

Paralelamente a todas estas líneas de investigación y sus correspondientes pronunciamientos, la Unidad Fiscal se encuentra diariamente abocada a la profundización de la pesquisa sobre el atentado, y ello queda plasmado en el cuerpo principal de la causa y, actualmente, en 27 legajos que corren por cuerda y se encuentran en pleno trámite.
Es útil recordar que Héctor Marcos Timerman tomó conocimiento, a poco tiempo de asumir su función ministerial, esto es, a mediados de 2010, que – entre los distintos frentes de la pesquisa- se estaba avanzando en una nueva línea de investigación relacionada con el imputado Mohsen Rabbani, su rol y su red de contactos a nivel regional, que luego desembocaría en el pronunciamiento de mayo de 2013. El Ministro dijo haber aportado un dato a la fiscalía sobre esta línea de investigación. Se refería a una alerta del servidor “google”, que había recibido por correo electrónico. En sus palabras, Timerman declaró: “…pude conectar que un atentado que se frustró en Estados Unidos al aeropuerto JFK involucraba a Mohsen Rabbani, el que era agregado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires. No lo sabía ni Hillary Clinton ni la gente que investiga acá. Ahora hay una conexión entre un atentado que se frustró en Estados Unidos y el de la AMIA…” (Cibeira, Fernando. “Hay que relacionarse sin intermediarios” Reportaje a Héctor Timerman, Ministro de Relaciones Exteriores, Página 12, 9/01/2011).

De hecho, en sus presentaciones ante las comisiones parlamentarias del Congreso Nacional en ocasión en que se discutía la aprobación de memorando de entendimiento, Héctor Timerman recordó: “(…) el fiscal le va a decir quién le proveyó la principal prueba que tiene en este momento contra la República Islámica del Irán. Y se va a llevar una sorpresa porque fui yo. Yo sí cooperé en la investigación (…) Concretamente, esa prueba fue la que lo habilitó a él a un montón de averiguaciones que ojalá algún día podamos presentarlas en un juicio… ”N (versión taquigráfica del Plenario de las Comisiones de Relaciones Exteriores, Justicia y Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Congreso Nacional, desarrollado el 26 de febrero de 2013).

Es decir, el Sr. Timerman tenía conocimiento fehaciente de avances concretos en la causa y lo reconoció ante el Congreso Nacional. Sin embargo, tres meses después, cruzaba los desiertos sirios para contactarse con Irán y negociar la suspensión de las investigaciones a cambio de retomar el flujo comercial entre Estados, sin dudar luego en justificar este curso de acción afirmando en repetidas ocasiones que la causa estaba “paralizada”.
Esta falacia quedó más expuesta aun el 29 de mayo de 2013, cuando la fiscalía a cargo del suscripto, como se adelantó párrafos atrás, emitió un extenso pronunciamiento -justamente, en relación con la línea de investigación conocida por el Canciller Timerman- en el que se expusieron hechos y pruebas que permitieron saber en forma más acabada el contexto político y regional en el que tuvo lugar el atentado contra la sede de la AMIA y, en particular, el rol de Mohsen Rabbani en el mismo (fs. 133.113/133.416). Al conocerse este documento, el Canciller varió su anterior postura y declaró: “No he visto mucho de novedoso”, en un intento por deslucir las averiguaciones del Ministerio Público, sin advertir que su demérito desacreditaba el aporte del que tanto se había vanagloriado ante los legisladores nacionales y que hasta -por su relevancia- había comunicado a la Secretaria de Estado norteamericana Sra. Hillary Clinton (Pisani, Silvia, “El Congreso de EEUU invitó al fiscal Nisman por su informe de Irán”, La Nación, 14 de junio de 2013).

Finalmente, aseverar que “no hay nada que perder” constituye un nuevo engaño argumentativo destinado a justificar el camino del memorando de entendimiento que, como hoy ya se sabe, es el camino de la impunidad de los acusados iraníes por el atentado contra la AMIA. Cabe tener presente que pende sobre la causa la posibilidad de que, nuevamente, sea acribillada de nulidades si se avanza con acciones procesales no previstas por la ley y contrarias a la Constitución Nacional y los principios de derechos público previstos en ella. Es falso que no haya riesgos. En los hechos, como se verá, ya se han producido perjuicios, pues terceros países han cesado, a partir de la firma del acuerdo, en el envío de información.

Concluyendo, lo único que necesita ser destrabado en esta causa es la firme negativa de Irán a extraditar a sus nacionales, para ponerlos a disposición de la justicia argentina. El memorando de entendimiento está lejos de solucionar este problema. La causa judicial no necesita “destrabarse” y -menos aun- cabe aseverar de forma irresponsable y falaz que la misma se encuentre paralizada desde el año 2006, como se dijo. Semejantes afirmaciones sólo pueden motivarse en lograr el desprestigio de la justicia argentina, en convalidar el memorando y -como se pudo determinar ahora- en avanzar con el plan encubridor en curso.

b) La campaña del engaño:

La tergiversación mediática de la realidad procesal del expediente AMIA que Cristina Elisabet Fernández y Héctor Marcos Timerman llevaron adelante en tomo al proceso de negociación con la República Islámica de Irán fue necesaria, aunque no suficiente. Debió desplegarse, además, toda una artillería de falsedades, de promesas que los funcionarios nombrados sabían perfectamente que nunca cumplirían, de puestas en escenas y demás estrategias comunicacionales falaces, cuyo único objetivo ha sido predisponer favorablemente a la opinión pública en relación con la negociación con Irán y, en particular, respecto al Memorando de Entendimiento, con el fin último de encubrir a los acusados y desvincularlos de la legítima acusación que pesa sobre ellos.

Con ese norte, los encubridores han mentido sobre el momento en que verdaderamente se habían iniciado las negociaciones, sobre la entidad de las cuestiones negociadas y sobre cuál de las partes había propiciado e impulsado el acercamiento. Por los mismos motivos, se ocultó la predisposición que evidenciaron los representantes argentinos para dejar a un lado la justicia en el caso AMIA en favor de la agenda comercial, así como por razones geopolíticas, falseando -de ese modo- los verdaderos motivos del pacto, es decir, los intereses subyacentes a esta decisión.

Por ello también se recurrió a intermediarios clandestinos y a reuniones “pantalla” para avanzar con la negociación secreta. Por ello se desmintió y se cuestionó a la prensa cuando comunicó circunstancias de la negociación que se habían pretendido mantener en secreto. Por ello se atacó a ex funcionarios del gobierno que confirmaron la existencia de antecedentes al pacto que, justamente por sus implicancias ilegales, no habían prosperado en el pasado. Por ello, se afirmó falsamente, y con conocimiento de esa falsedad, que la causa judicial estaba paralizada, que no había otra salida ni nada que perder al apoyar al memorando. Estas fueron, en líneas generales, algunas de las acciones positivas que Cristina Fernández, Héctor Timerman y demás partícipes de este plan de encubrimiento llevaron adelante como parte de la campaña de descrédito.

Ya se han detallado los modos en que Cristina Elisabet Fernández y Héctor Marcos Timerman intentaron justificar la negociación con Irán diciendo que la causa se hallaba paralizada, cuando bien sabían que no era así.

Ahora se detallarán sus siguientes aportes al plan delictivo. Conociendo que el Memorando de Entendimiento se trataba simplemente de un disfraz jurídico para camuflar el encubrimiento de los prófugos iraníes, Cristina Elisabet Fernández lo presentó como un “logro histórico”. El día en que se firmó, en su cuenta oficial de “Twitter”, anunció: “Histórico: Después de casi 19 años del atentado AMIA se logra, x Io vez, instrumento legal de DERECHO INTERNACIONAL, entre Argentina/Irán…Histórico: Porque se garantiza el derecho de debido proceso legal, principio fundamental del derecho penal internacional…al conformarse comisión de verdad de cinco juristas internacionales de reconocido prestigio…Ninguno de ellos podrá ser nacional de ninguno de los 2 países.
Imprescindible STANDARD de INDEPENDENCIA…Histórico: Porque autoridades judiciales argentinas podrán por Io vez interrogar a quienes Interpol ha emitido notificación roja…Histórico: Pq el acuerdo entre Argentina/Irán deberá ser tratado y ratificado por parlamentos de ambos países. Alto standard institucional. Histórico: Porque Irán no estaba obligado por ninguna resolución o instrumento del derecho internacional…ni ningún organismo multilateral -x ej. ONU- a dialogar con Argentina y mucho menos a firmar un acuerdo. Histórico, porque jamás permitiremos q la tragedia AMIA sea utilizada como pieza de ajedrez en el tablero de intereses geopolíticos ajenos…” (Mensajes de twitter de la cuenta de Cristina Fernández del 27 de enero de 2013 de horas: 10:26 a 10:32).

Con estas palabras, pretendió instalar mediáticamente la noticia desde el entusiasmo de una “victoria histórica”, manteniendo oculto el plan de encubrimiento orquestado para viabilizar políticamente un acercamiento geopolítico e intercambio comerciales de Estado a Estado con Irán.

Continuó cumpliendo su rol en el plan criminal al negar las especulaciones que circularon apenas se conoció el acuerdo, que acusaban a las autoridades del gobierno nacional de haber actuado en virtud de intereses comerciales. Cristina Elisabet Fernández dijo en su mensaje de elevación del anteproyecto de ley de aprobación del memorando al Congreso Nacional que: “…Se quiere presentar el acuerdo como una especie de argucia para “iniciar ” el comercio con Irán. Lo cierto es que ese comercio existe desde 1990 y, salvo los años 2004 y 2005, ha sido superavitario…” (Mensaje Presidencial N°173 de elevación al Congreso Nacional del anteproyecto de ley sobre el Memorando de Entendimiento entre Argentina e Irán).

Es cierto que el flujo entre privados de ambos países venía incrementándose, pero el verdadero interés radicaba en restablecer las relaciones comerciales de Estado a Estado. Muchísimas son las comunicaciones telefónicas registradas que dan cuenta de ello en los niveles más altos del gobierno. Son cosas bien diferentes el comercio entre privados que los acuerdos entre Estados. Entonces, argumentar por una situación nunca responde por la otra.

Por lo demás, cabe recordar las palabras de quien fuera Canciller de Néstor Kirchner, Rafael Bielsa, cuando afirmó que Cristina Fernández “…le dice a los familiares que los que comercian son las empresas y no el Estado. Me parece un argumento pelotudo, me fastidia mucho porque era un tema sagrado para Néstor…”, y agregó: “Cuando era canciller, hablar de venderle o comprarle a Irán era casus bellí (el resaltado es propio, Dobry, Hernán, “Cancilleres K: el acuerdo con Irán ya había sido rechazado”, Perfil, 23/02/2013).

En este engaño, Cristina Fernández fue secundada con énfasis por el Canciller Timerman, quien en varias oportunidades afirmó que el pacto no tuvo ninguna motivación económica y para demostrarlo, señaló: “Me ofende que Ud. invente lo de los intereses económicos….¡Cómo voy a hacer algo que está prohibido por las Naciones Unidas?…porque si Ud. supiera, hubiera leído las sanciones de las Naciones Unidas, y se daría cuenta que es imposible lo que Ud. está planteando, pero como Ud. no leyó las sanciones de las Naciones Unidas, simplemente repite lo que escucha por ahí….no puede haber intereses económicos…porque hay sanciones económicas impuestas por las Naciones Unidas, de las cuales la Argentina es suscripta, que impiden el comercio con Irán más allá del que se está realizando , que es en granos, y eso no lo hace el gobierno argentino…lo hacen las empresas privadas….yo les pedí que no lo hagan…” (Tenembaum, Ernesto, Tierra de Locos, entrevista a Héctor Timerman, 18/02/2013).

En otra oportunidad, aseveró: “… ¿Por qué no puede vender el petróleo Irán? Por sanciones. Entonces, ¿cómo Argentina le va a comprar?…Hay sanciones. Hoy, no se puede comprar petróleo…” (Piqué, Martín. “Si se lleva adelante el memorándum, se activa la causa y comienza el juicio”, Tiempo Argentino, 17/02/2013).

Lo cierto es que, a excepción de un conjunto de insumos relacionados con el plan nuclear iraní, no existe óbice legal que impida intercambios comerciales de Estado a Estado entre Argentina e Irán. Todas las resoluciones que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha dictado impidiendo a los países miembros a comerciar con la República Islámica de Irán se han referido artículos, materiales, equipos, bienes y tecnologías relacionadas con el enriquecimiento, reprocesamiento de minerales nucleares o agua pesada, o con el desarrollo de sistemas de vectores de armas nucleares13.Una nueva mentira del Sr. Timerman, que viene a engrosar la larga lista de engaños de los que debió valerse para intentar -con escaso éxito, por cierto- ocultar el delito del que fue partícipe.

De hecho, el 16 de diciembre de 2010, en el marco de la 40a Cumbre del Mercosur celebrada en Foz de Iguazú, se anunció la suscripción de un convenio de libre comercio con Irán (Levinas, Gabriel, op. Cit., pag. 238). Esta circunstancia fue posteriormente desmentida por el canciller, quien explicó: “…Es falso, una mentira, una infamia que el Mercosur esté siquiera pensando hacer un Tratado de Libre Comercio con Irán…Lo que firmamos es un Acuerdo General de Preferencia, donde cualquier país que es miembro puede decir «yo me anoto ”. Irán dijo «yo me anoto ”, pero no las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU N° 1385, 1686, 1737, 1747, 1803 y 1929 de no proliferación de armas nucleares.

se anotó…” (“El fantasma de Irán y el reconocimiento a los palestinos se metió en el escenario político argentino”, Agencia Judía de Noticias, 16/12/2010; “Timerman calificó como infamia la información sobre un acuerdo entre el Mercosur e Irán”, Agencia Judía de Noticias, 16/12/2010).

Además, y esto es fundamental, ante las consultas sobre la relación comercial con Irán, el Canciller Timerman explicó: “…Irán es parte del Grupo de los 77 al que adhiere Argentina y los 10 países que firmamos este acuerdo de preferencias arancelarias. Por lo tanto, no hay ninguna clase de restricciones…” para comerciar con Irán. (Gosman, Eleonora, “Mercosur: anuncian un acuerdo de libre comercio con Palestina”, Clarín, 16/12/2010; Levinas, Gabriel, op cit, pag. 238; Eliaschev, José “Pepe”, “Desinteligencias”, Perfil, 18/12/2010).

Es decir, poco tiempo antes de la secreta cumbre de Alepo, el mismo Héctor Timerman ya había sostenido públicamente que no existían restricciones para comerciar con Irán, país con el cual hasta se podía establecer un trato preferencial en los intercambios.

Incluso luego de la reunión de Alepo, en abril de 2011 y en ocasión de su visita a Israel, en una conferencia de prensa que brindó junto con su par israelí Avigdor Lieberman, Timerman afirmó: “…no existe ningún problema de comerciar con Irán. Argentina no tiene ningún embargo contra Irán. Irán no tiene ningún embargo contra Argentina…” (Levinas, Gabriel, op. cit. págs. 247/248, 269, 282; “Joint press conference with FM Lieberman and Argentine FM Timerman”, Israel Ministry of Foreign Affairs, 04/04/2011).

Luego de firmado el pacto, como surge de lo detallado párrafos más arriba, el Canciller no tuvo reparos en afirmar exactamente lo contrario de lo que venía diciendo.

Otro ejemplo de este tipo de afirmaciones falaces por parte dHéctor Marcos Timerman tuvo lugar en ocasión del tratamiento parlamentario del acuerdo cuando, para justificar el pacto -y la “Comisión de la Verdad” prevista en el mismo-, hizo afirmaciones completamente inexactas sobre las vicisitudes del trámite de extradición del ex embajador iraní en Argentina para la época del atentado, Hadi Soleimanpour, ante las autoridades del Reino Unido.

En efecto, ante el plenario de comisiones en el Senado de la Nación, el 13 de febrero de 2013, el Ministro Timerman declaró: “…el pedido de extradición ordenado por la Argentina del ex embajador iraní Hadi Soleimanpour fue desechado por la justicia británica debido a la inexistencia de pruebas…que Interpol se negó a emitir una circular roja por considerar que ya había sido detenido y sobreseído y liberado por falta de pruebas…que las pruebas producidas por el entonces juez de la causa el doctor Galeano para solicitar la extradición del ex embajador iraní al momento del atentado fueron desechadas porque según las autoridades judiciales de un tercer país, en este caso el Reino Unido, no alcanzaban ni para iniciar el proceso de extradición…’’’’ (Versión taquigráfica del Plenario de las Comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales de la Cámara de Senadores desarrollado el 13 de febrero de 2013).

En suma, Timerman afirmó que la “falta de pruebas”, que la “inexistencia de pruebas’’’’ había llevado a las “autoridades judiciales de un tercer país”, en concreto, a la “justicia británica’’’ a sobreseer y liberar al diplomático persa, y que eso -además- había derivado en que Interpol se niegue a emitir una nueva notificación roja respecto de este sujeto cuando, vuelto a ser imputado por el Dr. Rodolfo Canicoba Corral, se libró renovada orden de captura internacional en su contra.

Pero, una vez más, los hechos estaban alejados de las palabras. En el año 2003, cuando la causa aún tramitaba ante el ex Juez Juan José Galeano, Soleimanpour fue detenido provisoriamente en el Reino Unido, con miras a su extradición, en virtud de una orden de captura que entonces se encontraba vigente. El diplomático iraní solicitó, y así se le otorgó, libertad bajo fianza, para esperar fuera de prisión el trámite de extradición. En esa oportunidad, el juez británico hizo algunas apreciaciones sobre la cuestión probatoria, pero aclaró que era prematuro pronunciarse sobre el tema, porque la justicia argentina tenía dos meses para solicitar formalmente la extradición y presentar las evidencias del caso. En otras palabras, se estaba transitando la etapa de arresto provisorio y todavía no se había iniciado propiamente el juicio de extradición.

Y aunque la justicia argentina cumplió con su parte, llegado el momento, fue el Subsecretario de Estado del Reino Unido quien decidió no dar curso al juicio de extradición de Soleimanpour, que no se pudo sustanciar, por razones de índole político no expresadas en la decisión y en virtud de una prerrogativa legal prevista en el tratado de extradición que rigió el caso.

En suma, si no se pudo lograr la extradición de Soleimanpour en aquel momento fue por decisión política, y no judicial, y ésta no se motivó en la poca solidez probatoria de aquella acusación, como aviesamente se quiso hacer creer a la opinión pública, sino que fueron razones políticas no expresadas las que llevaron a esa decisión. Soleimanpour no fue nunca sobreseído por la justicia inglesa, como se dijo.

Esto fue también advertido por la Cámara Federal y expuesto en el fallo que declaró inconstitucional al Memorando de Entendimiento con Irán, y a su ley aprobatoria (Voto del Dr. Eduardo G. Farah, CCCF, Sala I, CFP 3184/2013/CA1 “AMIA s/Amparo Ley 16.986, 15/05/2014, Juzgado N°6- Secretaría N°11).

Todas estas falacias argumentativas conforman la campaña de engaño, ingrediente importante del plan de impunidad.
Así, la mendacidad y el doble discurso han sido la regla en este asunto. Todos los involucrados mienten deliberadamente y, para colmo, en cuestiones que son fácilmente comprobables. De allí se concluye que la gravedad de las acciones a ocultar – el encubrimiento en favor de extranjeros prófugos, del peor atentado terrorista de la historia argentina- eclipsa los medios para hacerlo. Dicho llanamente, es tan terrible lo que se debe ocultar que no se presta atención a los medios empleados en ese objetivo. Un cambio de declaración, una mentira, un engaño premeditado no tienen ni punto de comparación con la perspectiva de que se descubra el plan encubridor.

b. l) Manipulación de las víctimas v de los familiares de las víctimas del atentado.

Además de falsear la realidad, mintiendo sobre el verdadero estado procesal de la causa AMIA, sobre el inicio de la negociación con Irán, sobre el contenido de las posteriores reuniones que fueron públicas y sobre el real sentido y alcance del Memorando de Entendimiento firmado; los autores de este encubrimiento no trepidaron en manipular vilmente tanto a las instituciones judías afectadas por el atentado como a los sobrevivientes y a los familiares de las víctimas que perecieron en la explosión. El objetivo de esta deleznable actitud era el mismo de siempre: ganar el apoyo de estos actores en particular y de la sociedad en general para implementar, sin que nadie sepa, el plan de impunidad.

En efecto, apenas se tomó conocimiento de la suscripción del memorando con Irán, tanto las instituciones judías como las agrupaciones de víctimas y familiares de víctimas del atentado coincidieron en señalar que no habían sido previamente informados ni mucho menos consultados de que -efectivamente- se firmaría un acuerdo con Irán y, menos aún, de los contenidos del mismo (“El acuerdo con Irán sorprendió a los familiares de víctimas del ataque a la AMIA”, Infobae, 27/01/2013).

En ese sentido, las autoridades de la AMIA hablaron de un “memorando inconsulto” y señalaron que: “la propuesta aparece firmada, un hecho del que no hemos sido informados”. Dijeron: “este memorando nos sorprende a toda la ciudadanía el pasado 27 de enero, jamás fue consultado, ni siquiera comentado” (Borger, Guillermo en: “La AMIA advirtió un momento difícil, tras el acuerdo entre Argentina e Irán”, La Nación, 3/2/2013; “Presidente de la AMIA prometió no bajar los brazos y se comprometió a evitar que la causa por el atentado causa en la nulidad”, Agencia Judía de Noticias, 4/3/2013).
Por su parte, los representantes de la DAIA afirmaron haber tomado conocimiento del acuerdo en el mismo momento que el resto de la opinión pública y aclararon que la institución no fue consultada previamente ni participó en la redacción del documento (Schlosser, Julio en: “LA DAIA reconoció que hay un resquemor en la comunidad judía por el acuerdo que la Argentina firmó con Irán”, Itongadol, 4/2/2013).

De hecho, la novedad les llegó por la cuenta oficial de “twitter” de Cristina Elisabet Fernández e, inmediatamente, por los medios de comunicación masiva (Mensajes de twitter de la cuenta de Cristina Fernández del 27 de enero de 2013 de horas 10:26 a 10:32, transcriptos en párrafos previos; “Vía Twitter: La Presidenta sorprendió al anunciar un acuerdo con Irán por la AMIA”, El Cronista Comercial, 28/01/2013).

Ello generó un inmediato resquemor, dado que Cristina Elisabet Fernández se había comprometido públicamente, en su discurso de septiembre de 2012 en Naciones Unidas, a consultar previamente cualquier propuesta formulada por Irán. Recuérdense sus palabras: “tengan la certeza de que esta Presidenta no va a tomar ninguna resolución respecto de ninguna propuesta que le sea formulada, sin consultar PREVIAMENTE con quienes han sido las víctimas directas de esto. Y, al mismo tiempo también, con las fuerzas políticas con representación parlamentaria en mi país, porque esto no lo puede decidir una sola fuerza política…»’’ (Discurso de Cristina Fernández ante la 67a Asamblea General de las Naciones Unidas, de fecha 25 de septiembre de 2012, el resaltado es propio). Esta promesa nunca fue cumplida y, en rigor de verdad, se trató de una manipulación de tantas que protagonizó la Sra. Cristina Fernández en su recorrido delictual.

Asimismo quedó al descubierto la brutal diferencia con el modo en que en el pasado se había manejado esta cuestión con la dirigencia comunitaria y -principalmente- con los familiares y víctimas del atentado. Al respecto, Rafael Bielsa señaló: “Estábamos en permanente contacto con los familiares y la comunidad, informándolos de todo….Cada paso que dábamos, cada memorándum que enviábamos, lo consultábamos con todos, porque era una cuestión muy sensible y estaba siempre el fantasma de las ofertas…’’’’ (Dobry, Hernán, “Cancilleres K: el acuerdo con Irán ya había sido rechazado”, Perfil, 23/02/2013).

En ese contexto, quedó evidenciado que aquella incumplida promesa presidencial había tenido por objeto preservar el apoyo que, hasta entonces, tenía en gran medida la gestión de la Dra. Fernández en relación al caso AMIA, dentro de las entidades comunitarias y los grupos de familiares y víctimas del atentado.

En la misma línea debe anotarse el tratamiento parlamentario por el que se aprobó el memorando. El citado trámite parlamentario nada tiene de “previo a toda resolución”, ni de “consulta sobre una propuesta”, sino que es el medio posterior para convalidar legislativamente una propuesta ya aceptada y firmada. Por otra parte, la aprobación del memorando tuvo lugar en el ámbito del Poder Legislativo, que no constituye el espacio de actuación, vinculación y/o consulta del Poder Ejecutivo con los familiares de las víctimas, aun cuando algunos de ellos hayan podido concurrir a las sesiones y/o hayan hablado en instancia de comisión.

Además de todas estas obviedades que ratifican el incumplimiento de la promesa, no se le dio ninguna entidad a las opiniones adversas al acuerdo, cuando representantes de fuerzas políticas opositoras, las instituciones comunitarias y varios de los grupos que engloban a familiares y víctimas se pronunciaron en contra de la aprobación del acuerdo, expresando numerosas objeciones.

Para sostener esta afirmación, basta recurrir a los dichos de varios de los familiares de las víctimas del atentado. Sofía Guterman declaró: “Nadie nos informó para decirnos que teníamos que anotarnos. Nadie nos dijo nada. Me sorprendió mucho…No pensé que iban a apurar tanto el trámite, pero evidentemente la carrera se terminaba y tenían que llegar a la meta propuesta…Me repugnó cuando Pichetto dijo ‘apuremos que la presidenta dijo que se termine(Sofía Guterman, “Se está haciendo todo lo posible para que Irán salga triunfante de esto”, Radio JAI, 14/02/2013).

Por su parte, Laura Ginsberg afirmó: “…Uno esperaría que el Congreso fuera un ámbito de reflexión, Timerman imprimió, como también los senadores del oficialismo, las características de un ambiente pobre, chicanero y vulgar…” y en alusión al debate, señaló: “…estuvo en manos de Timerman y del gobierno, porque la intención de ellos era apurar rapidito la ley…”. Finalmente, sentenció: “…Lo único que el gobierno quiere es sancionar lo antes posible esta ley, que significa un punto final para el tema de la AMIA…” y resumió: “…Lo de ayer fue miserable…” (Laura Ginsberg, “Sobre el cruce en el debate por el memorándum: Lo de ayer fue miserable”, La Razón, 14/02/2013).

Finalmente, un grupo de familiares que reúne a Luis Czyzewski y Mario Averbuch, entre otros, denunció no haber podido expresar su opinión en el plenario de comisiones realizado en el Honorable Senado de la Nación (“Familiares de las víctimas del atentado a la AMIA piden participar en el plenario de Diputados”, Agencia Judía de Noticias, 22/02/2013).

Además, no se consultó previamente a nadie. Las víctimas y sus familiares se enteraron por los medios de la firma del acuerdo y de su contenido. No tuvieron ningún tipo de participación durante todo el proceso de negociación que, como ya se comprobó, fue secreto.

En palabras de la dirigencia comunitaria judía: “…No hemos recibido ni siquiera una llamada telefónica anticipando esta posibilidad. Nos hemos sorprendido, pleno domingo, Día Internacional del Holocausto, plenas vacaciones, plena feria judicial. Nos enteramos por los medios… Concretamente fuimos absolutamente sorprendidos por este memorándum…” (Borger, Guillermo. Versión taquigráfica del plenario de comisiones del 13 de febrero de 2013).

Queda claro que dijeran lo que dijeran los familiares y víctimas del atentado, la decisión estaba tomada. El memorando había sido firmado sin consulta previa y debía ser aprobado a cualquier costo. Ello era estrictamente necesario para la consecución del plan criminal pergeñado.

A ello debe agregarse que la mentira presidencial sobre las consultas previas fue acompañada por una rotunda denegación de información a los familiares de las víctimas del atentado, pese a que la
enviada, como anexo, formando parte integrante del Memorándum de Entendimiento que se someterá a la aprobación…” parlamentaria (“AMIA informa a la opinión pública sobre las conclusiones de la reunión mantenida con el canciller Timerman en el día de ayer”, Prensa Judía, 30/01/2013; “La AMIA pide que las promesas de Timerman sean anexadas por escrito al acuerdo original”, Clarín, 30 de enero de 2013).

Por su parte, la agrupación “Memoria Activa” también emitió un comunicado que rezaba: “…Memoria Activa concurrió el martes 29/1 a una reunión convocada por el canciller Héctor Timerman en la sede de la AMIA. En la misma el canciller aclaró los términos del acuerdo en relación a los siguientes puntos, que pasan a ser las bases innegociables del mismo y que serán ratificadas por el gobierno argentino por escrito: 1-Los imputados serán indagados en Teherán bajo el código penal procesal de la República Argentina por el juez y el fiscal de la causa AMIA. 2- Las alertas rojas y pedidos de captura de Interpol de los imputados se mantendrán vigentes…” (Comunicado de Memoria Activa a la opinión pública, del 31 de enero de 2013). En declaraciones a la prensa, Adriana Reisfeld de “Memoria Activa”, agregó: “Se habló de estoy Timerman dijo que así iba a ser. Se comprometió a estos puntos” (Cappiello, Hernán, “Timerman se molestó con la AMIA por sus exigencias”, La Nación, 1/2/2013).

Y las comunidades judías de todo el país expresaron -entre sus preocupaciones y demandas relativas al memorando- que «en ninguna instancia de este proceso habrá riesgo de que pierdan vigencia las circulares rojas emitidas por Interpol» (“La AMIA pide al gobierno que rehaga el memorándum con Irán”, La Nación, 1 /2/2013).
Sin embargo, el Canciller negó haberse comprometido con víctimas, familiares y dirigentes comunitarios a tramitar un anexo al acuerdo (“La AMIA pide al gobierno que rehaga el memorándum con Irán”, La Nación, 1/2/2013; Cappiello, Hernán, “Timerman se molestó con la AMIA por sus exigencias”, La Nación, 1/2/2013).

Ahora bien, en ambos casos, tanto la promesa presidencial de consultar a los familiares, víctimas y fuerzas políticas con representación parlamentaria, ANTES de avanzar en un acuerdo con Irán, como el compromiso inmediatamente desmentido por el canciller en relación a la confección de un anexo al memorando, son ejemplos públicos y evidentes de las maniobras de manipulación realizadas por funcionarios públicos involucrados en el encubrimiento aquí denunciado, destinadas esencialmente a construir respaldo para el acuerdo con Irán.

Las acciones de la Presidente y el Canciller descriptas en este punto constituyen ardides que deliberadamente buscan engañar. Todo con un único y delictivo propósito: lograr la impunidad definitiva de los acusados y el cese de toda actividad jurisdiccional en su contra, para viabilizar el objetivo mediato: comerciar libremente a nivel estatal y asociarse geopolíticamente con la República Islámica de Irán sin soportar reproche alguno por parte de la sociedad argentina.

Resumiendo, para llevar a buen puerto el acuerdo con Irán y lograr la impunidad de los acusados, se tuvo que incumplir la promesa de una consulta previa a cualquier acuerdo y el compromiso asumido para negociar un anexo al convenio. Se hizo creer que se buscaría el consenso de todo el arco político para avanzar en un pacto, pero -en los hechos- se desoyeron las múltiples y extendidas opiniones contrarias al memorando. Y como se verá en el acápite siguiente, se articularon puestas en escena para mostrar falsos avances diplomáticos ante la sociedad argentina.

b. 2) Puestas en escena.

Luego del discurso presidencial con motivo de la apertura del período de sesiones de la 68°Asamblea General de Naciones Unidas, la Dra. Fernández reclamó fuertemente a las autoridades iraníes que respondan a las solicitudes argentinas en relación al pacto firmado varios meses atrás, (cfr. Discurso de Cristina Fernández, 68° Asamblea General de Naciones Unidas, 24 de septiembre de 2013). Ningún representante iraní estuvo presente en la sala para escuchar a la Dra. Fernández y, a diferencia de ella, el Presidente Hassan Rohani ni mencionó el tema en su discurso. Claros indicios, a esa altura de los acontecimientos, del exiguo interés de Teherán en el acuerdo firmado con nuestro país, una vez cerrada la posibilidad del cese de las notificaciones rojas.

Por lo pronto los reclamos mencionados en el parágrafo que antecede fueron realizados la noche del día martes 24 de septiembre de 2013. Según dijo Timerman, dos días después, el jueves 26, la diplomacia argentina recibió un llamado del canciller iraní para concertar un encuentro el sábado 28 (Miri, Ignacio, “Timerman dijo que Irán aprobó el pacto por la AMIA, pero aún no rige”, Clarín, 29/09/2013; “Timerman se reunirá con su par de Irán en la ONU”, Prensa Argentina, 26/09/2013). “Acabo de recibir un llamado del canciller Javad Zarif para reunimos el sábado por el tema AMIA”, anunció Timerman en diálogo con periodistas en Nueva York (“Argentina e Irán reactivan el diálogo para avanzar en la causa”, La Capital, 27/09/2013).

Otros medios transcribieron las siguientes palabras del canciller: “Hace unos minutos hemos recibido una llamada de las autoridades de la República Islámica de Irán solicitando tener una reunión en el marco de las Naciones Unidas entre los dos cancilleres para tratar el tema del memorándum…” (Cibeira, Femando “Cara a cara para dialogar sobre el memorándum”, Página 12, 27/2013).

Además, el Canciller declaró que el objetivo del encuentro era: “…conocer el estado actual del memorándum de acuerdo a la legislación iraní, es decir, si fue aprobado por el Congreso o no. Si fue aprobado por el Congreso, entonces, establecer el marco con el cual vamos a formal izar¬la fecha de conformación de la Comisión y al mismo tiempo el viaje de las autoridades judiciales a Teherán…Y si no fue aprobado, cuándo se aprobará…” (“Timerman se reunirá con su par de Irán en la ONU”, Prensa Argentina, 26/09/2013; Cibeira, Femando “Cara a cara para dialogar sobre el memorándum”, Página 12, 27/9/2013).

Así, se transmitía a la ciudadanía la inquietud y expectativa por saber qué dirían los iraníes luego del público y fuerte reclamo de la Cristina Elisabet Fernández. De su discurso se desprendía que Irán debía confirmar si el acuerdo estaba aprobado, cuándo se conformaría la “Comisión de la Verdad” prevista en su letra y cuándo viajarían las autoridades judiciales argentinas a las audiencias de Teherán.

Mientras tanto, una diplomacia paralela conformada por canales de negociación y comunicación alternativos entre ambos gobiernos, actuaba para que la realidad se acomode a los intereses de los encubridores. Por orden de Cristina Fernández y Héctor Timerman, el viernes 27 de septiembre de 2013, un día antes del encuentro con la contraparte iraní, Luis D’Elía llamó a Jorge “Yussuf’ Khalil, manifestando: “…tengo un mensaje urgente del gobierno argentino, para pasar para allá urgente, antes de mañana…Estoy en la Casa de Gobierno ahora…Vayamos a la Embajada…no hay asunto más importante que éste, créemelo…” (Comunicación del 27/9/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013- 09-27-103753-14, CD 161).

Presidencia de la Nación quería comunicarse con Teherán con suma urgencia, un día antes del encuentro de cancilleres y a través de los canales no oficiales. El mensaje no fue transmitido por el Palacio San Martín a la cancillería iraní. No se comunicó Héctor Timerman con Mohammad Javad Zarif Khonsari. No podía hacerse de esa manera. Sino que el mensaje salió del despacho presidencial de la Dra. Fernández, llegó a Luis D’Elía, a Jorge “Yussuf’ Khalil, al Encargado de Negocios Iraní en Buenos Aires, y de allí a Teherán. Secreto. Oculto. Completamente inaudito. Propio del plan criminal llevado adelante.

En efecto, Jorge “Yussuf’ Khalil llamó a la Embajada de Irán y avisó que necesitaba ver al Encargado de Negocios en forma urgente: “…yo necesito sacarlo quince minutos, necesito darle un mensaje…es urgente, urgente…es del gobierno argentino, mandaron un mensaje para él…llamaron recién de Casa de Gobierno…»’’ (Comunicación del 27/9/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-09-27-104209-26, CD 161).

Además, Luis D’Elía urgió la presencia de Khalil dado que, además, quería que diera “aviso a otro lado”, así, agregaría: “necesito que hables con el sheik allá”, en referencia a Mohsen Rabbani, aclarando en otro llamado: “…mirá que es muy groso lo que tengo, eh!…me lo pidió…” (Comunicaciones del 27/9/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009- 2013-09-27-114113-28, CD 161; Archivo B-1009-2013-09-27-104245- 8.txt, CD 161). Una vez más el imputado Mohsen Rabbani era avisado al instante de los mensajes de Cristina Fernández.

El Encargado de Negocios de Irán le transmitió a Khalil que no quería que esté presente en la reunión con “la gente del gobierno”, dado que quería ver a Khalil en privado (Comunicación del 27/09/2013, abonado 11- 3238-4699, Archivo B-1009-2013-09-27-104852-14.wav, CD 161). Khalil reportó que había coordinado, entonces, para que el diplomático iraní recibiera a D’Elía: “…yo le hablé al embajador’6 y no hay problema, lo recibe…”, por Luis D’Elía (Comunicación del 27/09/2013, abonado 11- 3238-4699, Archivo B-1009-2013-09-27-110437-18, CD 161).

La cadena de “intermediarios” se activó a pedido de la Dra. Fernández. ¿El motivo? Khalil lo explicó así: “…Necesita que el gobierno iraní junto con el gobierno argentino mañana anuncie la conformación de la “Comisión de la Verdad”…que por favor lo anuncien en conjunto mañana en la reunión…que se defina el día de la reunión de la “Comisión de la Verdad” y también que se defina el día, en el mes de enero, en que el juez argentino pueda viajar a Teherán…” (Comunicación del 27/9/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-09-27-115448-6, CD 161). Como resaltó D’Elía: “…que mañana lo anuncien los dos…”

(Comunicación del 27/9/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013- 09-27-114113-28, CD 161).

Estas conversaciones demuestran tres cuestiones. Primero y una vez más, el interés imperioso de los encubridores en avanzar con el plan. El tema no figuraba en la agenda de Irán en Nueva York: “…la reunión se hace de apuro a pedido de Cristina…” y “…fíjate que Rohani ni habló del tema AMIA en su discurso…” (Comunicación del 27/09/2013, abonado 11-3238-4966, Archivo B-1009-2013-09-27-115448-6, CD 161).

Algunos de los contactos que participaron de estas tratativas entendieron, un día antes de la cumbre de cancilleres y sin conocer aún la respuesta de Teherán, que las autoridades iraníes no iban a conceder lo que secretamente solicitaba la Presidente Fernández y, además, que la actitud pública de Argentina de “apurar” a los iraníes era pour la galerie o “para la galería” (Comunicación del 27/09/2013, abonado 11-3238-4966, Archivo B-1009- 2013-09-27-115448-6, CD 161).

Segundo, quedó en exposición que hay cosas que se conversan y arreglan de antemano sin comunicar a la opinión pública, a la que se busca engañar con puesta en escenas, falsas negociaciones, acuerdos ocultos, etc. Se entiende que se maneje con reserva un tema delicado. Pero la reserva, en este caso, es únicamente para engañar y para ocultar actividades ilícitas. Es para aparentar y no ser descubiertos.

Tercero, estas pruebas ponen en evidencia que, por detrás, sin que nadie lo sepa, estaba todo arreglado y, en realidad, no existía ningún secreto ni expectativa, porque las autoridades argentinas sabían lo que ocurriría en la cumbre. “Pour la galerie” se haría aquello que terminaron acordando con Teherán previamente, aunque no fuera exactamente lo que se había pedido desde el despacho presidencial de la Casa Rosada, como surge de las comunicaciones aquí transcriptas. A través del canal paralelo por el que también se ejecutó este encubrimiento, Luis D’Elía llamó a su amigo Jorge “Yussuf’ Khalil, referente orgánico de Irán en el país, para transmitirle un mensaje que debía llevar a Teherán, sobre lo que la Presidente necesitaba que los iraníes anuncien en el encuentro, para engañar a la ciudadanía respecto del estado de situación real.

La reunión del sábado 28 de septiembre de 2013, entre Timerman y el flamante Canciller iraní Mohammad Javad Zarif Khonsari, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, fue una mise en scene, es decir, una puesta en escena para que la gente crea verdaderamente que estaban negociando algo y/o que la diplomacia argentina estaba obteniendo resultados en función de la reciente demanda pública de la mandataria.

Como ya se indicó, lo cierto es que las autoridades argentinas habían pedido -por canales no oficiales- un anuncio conjunto de ambos cancilleres y definiciones sobre varios temas, algo, aparentemente, demasiado ambicioso. Pero los iraníes, en lo que pudo ser “…un gesto…hacia el gobierno argentino en vísperas de elecciones…” (Comunicación del 27/09/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009- 2013-09-27-135214-22, CD 161), aceptaron meramente que se anuncie pública, aunque no conjuntamente, que Irán había aprobado el memorando con el aval del Consejo Superior de Seguridad Nacional y del Líder Supremo, aunque esto no fuera cierto. Nuevamente “pour la galerie”.

Aquel sábado 28 los cancilleres tuvieron dos reuniones, con consultas intermedias a sus mandatarios. No se intercambiaron las notas reversales. El tratado no entró en vigor. No se definió ningún plazo respecto de la “Comisión de la Verdad” ni sobre las audiencias de Teherán. No hubo ningún anuncio conjunto. Ninguna autoridad iraní declaró nada oficialmente.

Luego de las reuniones, el Canciller Timerman dialogó con la prensa y explicó que su par le había asegurado que el memorando estaba aprobado internamente por el Consejo Nacional de Defensa, con el Presidente de Irán a la cabeza y el aval del Líder Supremo. Y que equipos técnicos se reunirían en Suiza en la primera quincena de noviembre para ir viendo la implementación del acuerdo (Miri, Ignacio, “Timerman dijo que Irán aprobó el pacto por la AMIA, pero aún no rige”, Clarín, 29/09/2013; Pisani, Silvia, “Irán le confirmó a Timerman que ya aprobó el acuerdo”, La Nación, 29/09/2013 “Timerman anunció nueva reunión con Irán en noviembre”, Prensa Argentina, 28/09/2013; “Timerman ratificó la aprobación del memorándum de entendimiento con Irán y un nuevo encuentro”, Télam, 28/09/2013; “Irán aprobó el memorándum de entendimiento por la AMIA”, Página 12, 28/09/2013).

IRNA, la agencia oficial de noticias de la República Islámica informó sobre el encuentro de ambos cancilleres, pero nada dijo sobre la aprobación del memorándum, sino que se limitó a comunicar que se había
convenido una nueva reunión para noviembre en Ginebra, Suiza. (IRNA, “Zarif continúes talks with counterparts in New York”, 29/09/2013). Es decir, Irán aceptó reunirse y no desmentir las declaraciones de Timerman pero no fue más allá.

De hecho, en Irán, la pretendida aprobación del acuerdo fue meramente informada por el “Tehran Times” que tomó como única fuente de esta novedad a la agencia de noticias oficial argentina TÉLAM. Inédito. El diario persa “Tehran Times”, uno de los más importantes de la nación iraní, en su tarea de informar sobre una decisión adoptada por el gobierno de su país refirió como fuente a la agencia oficial de noticias de otro país, Argentina (“Argentina says Irán committed to probing 1994 bombing”, Tehran Times, 29/09/2013; “Timerman ratificó la aprobación del memorándum de entendimiento con Irán y un nuevo encuentro”, Télam, 28/09/2013) ¿Cómo puede ser que la fuente no sea iraní? ¿Cómo puede ser que para un acto de gobierno decidido y producido en Teherán la fuente del “Tehran Times” sea TÉLAM?

En este episodio, como en otros, la actuación del canciller había sido maquillaje mediático, pues todo se sabía de antes. Todo se preparó, se negoció y tergiversó antes. En secreto. Por los canales paralelos y paraoficiales que, como se demostrará a continuación, han sido muy importantes en la consecución del encubrimiento aquí denunciado. Mientras la República Argentina estaba pendiente del resultado de la reunión del Canciller en Nueva York, en la Casa Rosada ya sabían qué ocurriría y que todo era una puesta en escena. Ello no importaba, lo relevante fue lo que se transmitió luego a la opinión pública y, obviamente, el engaño.

Ahora bien, todos los elementos descriptos en este acápite deben ser interpretados de forma integral y en función de una cuestión central: los encubridores necesitaron contar siempre con el mayor apoyo posible por parte de la opinión pública para facilitar la implementación de su plan criminal. Dadas las especiales características del encubrimiento aquí denunciado y el rol institucional de muchos de sus autores y partícipes, el peso de la opinión pública en el respaldo al Memorando de Entendimiento y la necesidad de que la misma permanezca ajena a los verdaderos objetivos perseguidos mediante el citado instrumento, han signado acciones y reacciones públicas de los involucrados.

En suma, viene al caso enumerar las falsedades y demás maniobras ardidosas en que han incurrido Cristina Elisabet Fernández y su Canciller para ocultar su plan criminal: 1) la causa está paralizada, 2) no se permitirá que el caso AMIA se transforme en una pieza de ajedrez de la geopolítica mundial, 3) con la aplicación del Memorando de Entendimiento no hay nada que perder, 4) el acuerdo no contiene cláusulas secretas, 5) el instrumento permite recibirle declaración indagatoria a los imputados iraníes, 6) no hay ningún interés comercial detrás de este acuerdo, 7) no se puede comerciar con Irán porque está prohibido por la ONU, 8) se consultará a los familiares y víctimas previo a tomar cualquier decisión sobre las propuestas iraníes, 9) se firmará un anexo al Memorando de Entendimiento que asegure la vigencia de las notificaciones rojas, 10) la negociación con Irán se inició a instancias de Teherán, 11) el proceso de negociación comenzó en septiembre de 2012.

c) Otros caminos para favorecer el plan de impunidad

La campaña para motorizar el encubrimiento no fue solamente mediática, se han obtenido evidencias que exponen las intenciones de los partícipes de este encubrimiento de remover al suscripto de su cargo al frente de la Unidad Fiscal que investiga el atentado contra la sede de la AMIA, como una forma más de allanar el camino para el cumplimiento de sus objetivos criminales.

Una de las vías elegidas para este caso fue utilizar la falsa hipótesis armada desde cierto sector de la Secretaría de Inteligencia para culpar por el atentado a nuevos autores inventados como el mecanismo para desacreditar la labor del suscripto. Es decir, si se lograba imponer esta falsa teoría como la verdadera, ello implicaba, por añadidura, que la labor de la Unidad Fiscal había sido errada o peor aún, malintencionada. En consecuencia, podría sostenerse con mayor facilidad un intento de remoción de quien firma esta presentación.

Justamente, las pruebas han revelado que: “…va a venir otra hipótesis con otras pruebas”. Y en ese escenario, se dijo que el suscripto va a quedar totalmente descolocado por la nueva hipótesis fundada en pruebas falsas que, obviamente, no estaban agregadas a la causa. Se dijo: “…va a hacer culo al norte, porque nunca las vio, él, las pruebas…lo que viene ahora… es una prueba contundente…” (Comunicación del 01/06/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-06-01-224726-18, CD 43). Efectivamente, se sabía que para deslegitimar al abajo firmante y a la investigación llevada a cabo conforme a derecho, para avanzar con el encubrimiento de los acusados iraníes, necesitaban inventar una nueva -y falsa- hipótesis, con “pruebas” nunca vistas, nunca presentadas en la causa.
De estas expresiones de “Alian” se desprende que para quienes se encuentran detrás de este encubrimiento, un objetivo clave ha sido remover al suscripto, mediante el descrédito personal y/o la deslegitimación de la pesquisa, a partir de -como surge de sus planes- hipótesis inventadas con pruebas falsas.

Existen otros indicios que dan cuenta del interés de remover a este denunciante. Como se dijo, el descrédito de la investigación resulta un paso necesario para el plan, cuya ejecución se vería enormemente facilitada -sin lugar a dudas- por la ausencia de quien tiene a su cargo la investigación de este acto de terrorismo internacional.
Khalil sabía porque “Alian”, su contacto en la Secretaría de Inteligencia, con acceso al entorno presidencial, le había dicho que planeaban crear “otra hipótesis con otras pruebas’’’’ y así, descolocarían al abajo firmante (Comunicación del 01/06/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-06-01-224726-18, CD 43). Entonces, con motivo de la pronunciamiento emitido desde la Unidad Fiscal “AMIA” el 29 de mayo de 2013 que, justamente, profundiza la prueba y brinda nuevos elementos sobre la participación de funcionarios iraníes en el atentado, Khalil aseveró: “…son los últimos manotazos de ahogado que puede tirar este chabón…’’’’ (Conversación del 1/06/2013, abonado 11-3964-0799, Archivo 61.30373.20130601.225511, CD 86).

El 16 de julio de 2013, a dos días del aniversario del atentado, quien suscribe expuso en la sede del Hotel Intercontinental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ante un amplio auditorio que incluyó legisladores nacionales y porteños, periodistas y expertos en derecho internacional, en el marco de una jornada organizada por el Congreso Judío Latinoamericano. En referencia a esa exposición Jorge Khalil, quien conversaba con Alejandro José Salomón, dijo: “…estoy escuchando a Nisman… ¡cómo nos mató un poquito!…si, si, nos mató bien, eh…para variar, si, si, para variar nos mató bien…”, y Salomón le respondió: “…bueno, cada vez es menos creíble y marcha la intervención de ese muchacho…” (Comunicación del 17/07/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-07-17-134828-28, CD 89). Estas palabras se corresponden con ciertos trascendidos de aquellas fechas que referían la posibilidad de intervención de esta Unidad Fiscal (“Estudian intervenir la fiscalía del caso AMIA”, Perfil, 14/07/2013).

Claramente subyace el objetivo de alejar al suscrito del cargo que viene ejerciendo y, consecuentemente, de la causa AMIA, lo que se condice con las expresiones referidas en el párrafo previo. Ello beneficiaría sin duda al plan encubridor que aquí se detalla y se denuncia.

De los hechos enumerados en este apartado queda evidenciado que se lanzó una feroz campaña de descrédito hacia la investigación del caso, destinada a horadar la versión judicial de los hechos, y se la combinó con una campaña de engaño compuesta por falacias, puestas en escena, mentiras, desmentidas y falsas promesas, se manipuló a víctimas y familiares del atentado, su buscó separar al suscripto de su cargo al frente de la Unidad Fiscal que investiga el atentado, a fin de evitar que la opinión pública conozca la entidad del verdadero objetivo encubridor que subyace al pacto con Irán.

d) Gestos y otros favores: ingredientes para facilitar el plan de impunidad.

Los autores de este encubrimiento siempre tuvieron claro que una parte importante del mismo consistía en contar con la buena predisposición de las autoridades del régimen iraní y de sus referentes locales, dado que la aquiescencia, o mejor aún, el respaldo de estos actores, contribuiría a facilitar el avance del plan criminal, por las peculiares características del mismo.

Naturalmente, la cuestión relativa al cese de las notificaciones rojas, como ya se demostró, era un interés crucial para Teherán y generó fricciones entre encubridores y encubiertos. Por otra parte, el establecimiento de canales de comunicación y negociación paralelos a los oficiales, también resultó un recurso central para favorecer el acercamiento y el buen entendimiento con Teherán, en pos del avance del plan delictivo.

No obstante ello, las acciones destinadas a conseguir la buena predisposición de los iraníes, y así facilitar el tránsito del plan criminal, no estuvieron limitadas a estos dos puntos, sino que se ha podido constatar la concesión de una serie de favores concretos, como por ejemplo: facilitación de gestiones, promesas de puestos de trabajo y acceso a contactos importantes; todos ellos procurados a los referentes locales del régimen, como gestos de buena voluntad y cercanía, destinados a favorecer -en última instancia- el plan de impunidad.

Estos “favores” fundamentalmente demuestran el interés de Cristina Elisabet Fernández en mantener en buenos términos su relación con los contactos iraníes, para poder avanzar con su plan delictivo. Y en esa línea deben ser interpretados.

El 28 de mayo de 2013, Adalberto Assad tuvo una reunión en el Ministerio de Justicia, que inmediatamente reportó a su referente Jorge “Yussuf” Khalil: “…recién salí hace un rato del Ministerio de
Justicia…tengo unas novedades lindas…necesito verte…necesito tener una charlaen el marco de una serie de visitas protocolares que distintos representantes que responden a Irán tuvieron en organismos oficiales, entre los que se encuentra el Ministerio de Relaciones Exteriores (Comunicación del 28/5/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-05-28- 141635-26.txt, CD 39).

Este acercamiento y la novedad de contar con “puertas abiertas” en los despachos más importantes del país llegó inmediatamente a conocimiento del prófugo Mohsen Rabbani, quien -como ya fue probado- ha participado activamente de las negociaciones con sus encubridores.

En esa ocasión, Assad le reportó a Rabbani sobre su reunión con un ministro nacional: “…muchas cosas lindas que estamos viendo…reunidos con el Ministro, me sorprendió hoy, porque una apertura muy importante hacia la colectividad…esto es política, sheik…Estamos trabajando para…el gobierno, ahora estamos trabajando porque el Ministro va a hablar con la Presidente, me dijo hoy, para que me reciba…tengo ganas de verla a la Presidenta…”. Rabbani entendía que: “…nosotros…habíamos conversado con Argentina…Irán fue el primer comprador de Argentina y ahora no compra casi nada…pero…puede cambiar esta situación con ustedes y con el gobierno”, en alusión a los actuales referentes de Irán en Argentina, como Khalil, y las autoridades del presente gobierno argentino (Comunicación del 28/5/13, abonado 11-3238- 4699, Archivo B-1009-2013-05-28-155549-2, CD 39).

De hecho, días antes de esta reunión en la cartera de justicia, el imputado Rabbani había recibido el mensaje enviado por Cristina Fernández, a través del Ministro De Vido y de los intermediarios Luis D’Elía y Jorge Khalil, que expresaba el interés por obtener petróleo (Comunicaciones del 20/05/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009- 2013-05-20-111124-8, CD 31; Archivo B-1009-2013-05-20-114842-2, CD 31; Archivo B-1009-2013-05-20-122551-14, CD 31; Archivo B-1009- 2013-05-20-132253-6, CD 31; Archivo B-1009-2013-05-20-133130-8, CD 31; Archivo B-1009-2013-05-20-143508-24, CD 31).

Motorizado por la ciega necesidad de las autoridades argentinas involucradas en este plan de avanzar con la maniobra encubridora, los referentes locales del régimen iraní comenzaron a tener acceso a los despachos de distintos funcionarios de la gestión de Cristina Fernández. A través del agente identificado como “Alian”, cercano a la Cristina Elisabet Fernández, los representantes de Teherán en Argentina han podido acceder a favores y a un trato preferencial en las más variadas gestiones. De ese modo, han utilizado los resortes y se han valido de sus flamantes contactos con el poder político local.

Por ejemplo: “Alian” le prometió a Khalil cargos en la Dirección Nacional de Aduanas y en el Ministerio de Interior y Transporte para gente de la comunidad chiita, “…tiene que haber cambios en transporte y aduana y ahí van a tratar de meter…diez tipos en cada lado” (Comunicaciones del 4/7/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009- 2013-07-04-112603-6.txt, CD 76 y del 7/7/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-07-07-152130-22, CD 79). También Khalil le ha pedido favores para sus contactos en la Aduana (Comunicación del 24/05/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-05-24-175330- 20.txt, CD 35).

En una oportunidad, Femando Esteche le aconsejó a Khalil que para que el “blanqueo” con la comunidad iraní local tenga mayor visibilidad pública, exija algunos gestos del gobierno, como por ejemplo “…que los inviten o que los empiecen a invitar a los actos de la Casa Rosada como exponentes de la comunidad…” o “…que la Presidente un día vaya para el Ramadán, para un desayuno…”, y agregó: “…que la Presidenta vaya…eso es más fácil para “Alian ”…” (Comunicación del 18/12/2012, abonado 11- 3315-6908, Archivo B-1009-2012-12-18-183332-8, CD 226). Pretendían darle mayor publicidad al acercamiento.

En otra ocasión, ante inconvenientes impositivos con la AFIP, miembros de la comunidad recurrieron a Jorge Khalil quien, a través de Luis D’Elía, garantizó el contacto directo con el Administrador Federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray, para resolver el problema (Comunicación del 21/11/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009- 2013-11-21-210631-26, CD 216).

Y se obtuvo similar resultado, esto es, contactar a Ricardo Echegaray, a través de la gestión de “Alian” quien, ante un pedido de Khalil le expresó: “…no hay problema…te venís conmigo…” (Comunicación del 13/06/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-l009-2013-06-13-213124- 24, CD 55).

Cabe señalar que estos “favores” encontraron, en más de una ocasión, el correlato buscado, es decir, se tradujeron en el avenimiento de los referentes locales del régimen, como Jorge Khalil, que en más de una ocasión expresaron su apoyo al gobierno argentino y actuaron de forma tal de fortalecer los vínculos entre Teherán y Buenos Aires, contribuyendo al avance del plan encubridor. En esa línea deben entenderse expresiones como: “…tenemos que dar combate acá, le digo, con la gente del gobierno, para apoyar al gobierno…’1’’ (Comunicación del 14/2/13, abonado 11-3315- 6908, Archivo B-l009-2013-02-14-164341-10, CD 284).

Y también en esa misma línea debe interpretarse, por ejemplo, el episodio que tuvo lugar en noviembre de 2012, antes de firmarse el acuerdo, cuando Luis D’Elía y Andrés Larroque le solicitaron a Jorge “Yussuf’ Khalil que no se sume a una marcha organizada por partidos de izquierda en defensa de la “causa palestina” porque ese tipo de acciones podían repercutir en las nuevas relaciones bilaterales. Khalil accedió al pedido y explicó los motivos de su allanamiento: “…Me imagino que los troskos van a empezar con mensajes en contra del gobierno, cosa que yo no quiero…no queremos hacer algo que irrite…no queremos irritar al gobierno argentino…no voy a hacer nada para irritar al gobierno argentino…estamos arreglando un problema mayor para nosotros… ”, en evidente alusión a las imputaciones de los iraníes por el atentado contra la AMIA (Comunicación del 16/11/2012, abonado 11-3315-6908, Archivo B- 1009-2012-11-16-225815-2, CD 194).

Sobre el mismo tema, explicó: “…Hoy a la mañana tuve una reunión con la gente del gobierno, me pidieron que por favor no vaya a la
reunión…” y le dijeron: “…pará la bronca porque el tema de…puede repercutir en las relaciones que están manteniendo, las conversaciones que estamos teniendo nosotros en Ginebraen clara alusión a las rondas diplomáticas que desembocarían en la firma del Memorando de Entendimiento (Comunicación del 17/11/2012, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-2012-11-17-183444-8, CD 195).

Finalmente, sobre el mismo episodio, relató Khalil: “…estamos en plenas negociaciones con el gobierno…en base a las negociaciones que se están haciendo entre Irán y Argentina, no queremos vernos inmiscuidos nosotros. Aparte fue un pedido del gobierno. Yo estuve hablando con D’Elía y con el Cuervo Larroque y me pidieron eso y yo lo transmití al Safir…y el Safir me dijo lo mismo… ‘no hagamos algo que, que pueda molestar’….” (Comunicación del 18/11/2012, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-2012-11-18-095153-16, CD 196).

Ahora bien, estos pedidos y favores por parte de los referentes locales de Teherán hubieran sido impensados de no haber existido el ostensible giro político y posterior acercamiento por parte de las autoridades argentinas, como ya fue probado en la presente.

De hecho, también se obtuvieron numerosas piezas probatorias que dan cuenta -justamente- de este nuevo posicionamiento político del “gobierno argentino”. Nuevamente, vale aclarar que aquí no se analizan ni valoran decisiones políticas. El valor que se le reconoce a las manifestaciones que a continuación se transcribirán radica en que revelan, una vez más, que la realidad distaba bastante de lo que se comunicaba públicamente. Mientras a los argentinos nos decían que se había logrado doblegar, de cierta manera, la histórica renuencia iraní a colaborar con la causa judicial y que Teherán se allanaba -de algún modo- a los requerimientos argentinos; lo cierto es que el mensaje recibido en Teherán era otro: la Dra. Fernández había decidido garantizar la impunidad de los iraníes acusados por el atentado terrorista, como prolegómeno al comercio por petróleo persa. Y estaba dispuesta a congraciarse con el régimen.

Ese fue el mensaje recibido en Teherán, y así lo expresaron sus referentes: “…porque el gobierno ahora está a favor…” de Irán (Comunicación del 6/6/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009- 2013-06-06-092046-14, CD 48); “…el gobierno banca…»’1 (Comunicación del 30/05/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-05-30- 225622-30, CD41); “…estamos bien. Salieron a defendernos,
directamente…”, se dijo en oportunidad del debate de aprobación parlamentaria del acuerdo con Irán (Comunicación del 14/2/13, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-2013-02-14-164341 -10, CD 284).
El mismo día en que se firmó el acuerdo con Irán, Jorge Khalil celebraba “…este acuerdo…esta nueva relación…esta nueva etapa…”, en clara referencia a este nuevo contexto de acercamiento con el gobierno argentino (Comunicación del 27/01/13, abonado 11-3315-6908, Archivo B- 1009-2013-01-27-112032-4, CD 266). Unos días después, Khalil destacó nuevamente este sustancial cambio de postura: “…fijáte con quién se está arreglando el gobierno ”, en alusión al acercamiento entre Irán y Argentina (Comunicación del 3/2/2013, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009- 2013-02-03-141619-26, CD 273).

En julio de ese mismo año continuaban las expresiones de júbilo por la nueva postura en relación a Irán. Khalil, el día del último aniversario del atentado contra la AMIA dijo: “…nosotros estamos…ante un acuerdo con el gobierno nacional…atrás de una negociación con el gobierno nacional…”, y de toda la conversación surge a las claras que no se está refiriendo únicamente al memorando de entendimiento, sino a un arreglo subyacente y mucho más amplio (Comunicación del 18/07/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-07-18-155916-12, CD 90).
En el acto del Día de Al Quds , Abdul Karim Paz dijo, en torno a la causa AMIA y en referencia al Memorando de Entendimiento firmado con Irán, que: “…la Argentina ha entendido cómo son las cosas, quiere dar vuelta la página e independizarse de lo que dicen los Estados Unidos e
Israel…” (Dinatale, Martín, “D’Elía y Esteche reivindicaron a la agrupación terrorista Hezbollah”, La Nación, 13/08/2013).

Más recientemente, en febrero de 2014, Khalil le seguía informando a Rabbani: “…estamos trabajando bien en lo político acá…” (Comunciación del 4/2/14, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2014- 02-04-093431-30, CD 291).
Los referentes locales de la República Islámica habían interpretado las acciones del “gobierno argentino” como favorables a la postura e intereses de Teherán: el “gobierno argentino” ahora apoyaba sus intereses, esto es, la desincriminación de los ciudadanos iraníes en la causa judicial y consecuentemente, la desvinculación de Irán y de la comunidad iraní local de la sospecha de su participación en el atentado.

Incluso los partícipes del encubrimiento dieron por sentado la desincriminación de los iraníes y el consecuente blanqueo de la comunidad, y comenzaron a planificar proyectos futuros. En ese sentido, “Alian” sostuvo: “…hay un montón de temas que tenemos que ir armándolo…con inteligencia…estamos muy bien y hay que laburar tranquilos….tenemos que hacer un trabajo de acá a 10 años…¿me entendés? Que en un año y medio tengamos las buenas noticias, pero acá hay que hacer un trabajo para mucho tiempo…” (Comunicación del 6/2/2013, abonado 11-3315- 6908, Archivo B-1009-2013-02-06-203822-26, CD 276). Tiempo después, los agentes iraníes continuaban operando con la misma idea: “…Es un tema de largo plazo, para trabajarlo bien…Hay que instalar un poco cuatro, cinco “verdades” fuertes, hay que instalarlas…” (Comunicación del 3/10/2014, abonado 11-6224-0263, Archivo B-1009-2014-10-03-223900- 28).

Adviértase que “Alian” y Khalil tenían la seguridad que los iraníes iban a quedar liberados de la imputación de la justicia, “que en un año y medio tengamos las buenas noticias” es la expresión inequívoca que refleja ese pensamiento. Ya habían dado por removido ese obstáculo y se colocaban en otro horizonte, un escalón más arriba, pensando estratégicamente de acá a varios años.

En definitiva, no fueron dos partes negociando un acuerdo, como se lo quiso presentar públicamente, son dos socios buscando borrar del modo más creíble posible, una imputación penal por un delito de lesa humanidad.

Canales paralelos de comunicación y negociación

El plan criminal que aquí se pone en evidencia y se denuncia de ninguna forma debe ser confundido con una negociación diplomática, aunque su ejecución haya incluido contactos diplomáticos formales. Lo cierto es que la calidad delictiva del plan también se evidencia en la necesidad de contar con esos canales paralelos, no oficiales, como vías concretas, eficientes y confiables para avanzar con el propósito que verdaderamente ha tenido el acercamiento y las negociaciones diplomáticas formales: la impunidad de los acusados iraníes por el caso AMIA.

Como se mencionó previamente, existen múltiples elementos probatorios que corroboran la existencia de canales de comunicación y negociación paralelos al oficial, aunque interconectados con el mismo, que facilitaron los contactos entre Teherán y Buenos Aires a los fines del objetivo delictivo. Al referirse a un mensaje concreto, Khalil lo ilustró diciendo: “…me tiraron un dato que hay que laburarlo, que me dijeron que lo tengo que transmitir…bueno, muchachos, tírenle ésta a los interlocutores de allá para que hablen con los interlocutores de acá… ” (Comunicación del 4/11/12, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-2012-11-04-130024- 6, CD 182). En otras palabras los canales paralelos contaban con “ interlocutores de acá” e “interlocutores de allá».

Estas pruebas dejaron al descubierto a un grupo de individuos estrechamente vinculado con funcionarios y ex funcionarios de ambos gobiernos que, desde la sombras, contribuyeron estratégica y sustancialmente con las acciones necesarias para avanzar con el objetivo criminal planeado. Entre ellos, cabe destacar la activa participación de Luis
Ángel D’EIía, Fernando Luis Esteche, Jorge Alejandro “Yussuf’ Khalil, el Diputado Nacional Andrés Larroque, Héctor Luis Yrimia y el individuo identificado como “Alian” perteneciente a la Secretaría de Inteligencia, orgánica o inorgánicamente, y que podría tratarse de Ramón Héctor Alian Bogado, sea este su verdadero nombre o el que utiliza en su actividad de inteligencia.

Estos sujetos, implicados en la maniobra de encubrimiento, se encuentran vinculados entre sí. Véase que Jorge “Yussuf’ Khalil se comunicó asiduamente con D’Elía, con Esteche, con “Alian”, con Yrimia y se reunió en varias oportunidades con Larroque. A su vez, “Alian” e Yrimia responden al mismo sector de la Secretaría de Inteligencia. Estos dos últimos personajes le fueron presentados a Khalil por parte de Fernando Esteche, lo que implica que los conocía previamente. Las vinculaciones entre D’Elía y Larroque, D’Elía y Esteche y Larroque y Esteche, son públicas.

Lo que parece un trabalenguas farragoso para la lectura en realidad es la demostración concreta que estos sujetos no solo se conocen sino que han tenido actividades conjuntas y, según las pruebas expuestas a lo largo de esta presentación, todos han participado en la ejecución del plan de encubrimiento. Queda expuesta así, la estrecha y promiscua vinculación entre los partícipes del plan de encubrimiento.
Ahora bien, se cuenta con profusa prueba que da cuenta de la existencia de mensajes concretos relativos al objeto de esta denuncia, que han sido comunicados entre autoridades de ambos países por estos canales no oficiales.
No cabe duda alguna, la actividad de estos canales de comunicación y negociación configura, sin más, una diplomacia paralela de facto. Aún antes de que se hubiera firmado el “Memorando de Entendimiento”, ya en noviembre de 2012, se negociaba por fuera de los canales diplomáticos, esto es, por vías ajenas a las reuniones que paralelamente se mantenían en Suiza.

En otras palabras, mientras la diplomacia formal se reunía en la Confederación Helvética, los mensajes ocultos entre Teherán y Buenos Aires transitaban, en paralelo, otros carriles. Jorge “Yussuf’ Khalil explicaba: “…vengo de La Matanza recién he tenido una reunión con Luis D’E/ia y el “Cuervo” Larroque, el de la Cámpora…que me llamaron temprano que querían hablar conmigo, que tenían un mensaje para el gobierno para dar… Y ahora me voy para Martínez a dar el mensaje, a la casa del Embajador…”, en referencia al Encargado de Negocios de Irán en Argentina, máxima autoridad oficial en territorio nacional (Comunicación del 17/11/2012, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-2012-11-17- 104846-10.wav, CD 195).

Esta misma secuencia la relató en otra comunicación telefónica: “…volví a las once de la noche de Martínez….Me fui a La Matanza, estuve hablando con el Cuervo Larroque y con D’Elía…de ahí me tuve que ir a la casa del embajador a hablar con el embajador para mandar un mensaje que me mandaron…” y agregó: “…Larroque…se sentó conmigo y me dio un mensaje que tengo que transmitir a la embajada. Fui a la embajada y transmití lo que tenía, pero no fui a la embajada, me tuve que ir hasta Martínez…”. Y explicó respecto de su relación con las autoridades argentinas: “…yo no estoy operando para ellos, yo estoy operando para los nuestros, para lo que es la embajada…ellos me mandaron a hacer una cosa, yo como soy el nexo…” (Comunicación del 18/11/2012, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-2012-11-18-100116- 6, CD 196).

Al día siguiente que Jorge “Yussuf’ Khalil regresó de un viaje a la República Islámica de Irán, donde se entrevistó “con las más altas esferas…con los responsables capos…con la cancillería…” (Comunicación del 11/05/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-l009-2013-05-11- 173407-12, CD 0022), se comunicó con Luis D’Elía y quedaron en reunirse, no obstante lo cual le adelantó que había desazón en Irán, aparentemente por el incumplimiento de Timerman, y que -además- no habían gustado algunas declaraciones públicas de funcionarios argentinos:
“…no gustó algunas palabras que se dijeron….el comentario ese que dijo: «¡A ver si ustedes se piensan que a mí me gusta negociar con fulanito, con los iraníes!”….eso quedó para el orto, pero igual yo te lo voy a transmitir bien cosa que vos lo transmitas por abajo…como quien no quiere la cosa…” (Comunicación del 11/5/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B- 1009-2013-05-ll-083146-8.wav, CD 0022, el subrayado es propio). Los mensajes, con toda su tonalidad, llegaban directamente de Teherán a la Casa Rosada.

Estos son ejemplos contundentes que prueban que ciertas autoridades argentinas utilizaron estos canales de comunicación paralelos, no oficiales y totalmente secretos para avanzar con el plan de encubrimiento. También queda perfectamente constatado el rol de cada uno de estos actores: Larroque, D’Elía y Khalil, cumplen en la maniobra criminal. Funcionan como nexos entre las máximas autoridades políticas argentinas e iraníes. Es más, Larroque es quien recibe de la Presidente, por lo general, las ordenes que luego llegan a Luis D’Elía. Tan claro como inaudito.
Estos canales también fueron utilizados para hacerle llegar información actualizada a Mohsen Rabbani, uno de los imputados por el atentado contra la AMIA, de distintos aspectos configurativos del plan destinado a encubrirlo. Cabe recordar el poder decisorio que éste imputado sigue manteniendo, que le ha permitido intervenir directa y personalmente en las negociaciones entre iraníes y argentinos.

Nótese que la actitud de Rabbani no es la de un prófugo preocupado por su situación procesal o por la evolución de la acusación en su contra. Al contrario, al poseer un alto grado de seguridad que se mantendrá impune gracias a la protección del régimen de su país, tiene tiempo y energías para continuar dando órdenes a la distancia y digitando el accionar de la comunidad chiita en Argentina. Por si ello fuera poco, últimamente ha tomado incluso mayor confianza al advertir la buena predisposición de las autoridades del gobierno argentino para con su persona.
Ello se ve reflejado en sus diálogos. “…Yo les dije que nosotros…habíamos conversado con Argentina…Irán fue el primer comprador de Argentina y ahora no compra casi nada…pero…puede cambiar esta situación con ustedes y con el gobierno”, en alusión a los actuales referentes de Irán en Argentina, como Khalil, y las autoridades del presente gobierno argentino (Comunicación del 28/5/13, abonado 11-3238- 4699, Archivo B-1009-2013-05-28-155549-2, CD 39).

Otro ejemplo de ello es el reporte de Jorge Khalil cuando comunicó: “…hoy terminamos una reunión con el Ministro de
Planificación De Vido, en donde él está dispuesto a mandar a las máximas autoridades de YPF para arreglar con la República Islámica y la transacción puede ser a través de granos y a través de otras cosas…”, a lo que Rabbani respondió: “…Mándame para que evalúe…” (Comunicación del 20/5/2013, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-05-20- 114842-2, CD 31). Y, luego de analizarlo, contestó: “…aquí hay algunos sectores del gobierno que me dijeron que están listos para vender petróleo a la Argentina…y también comprar armas… ” (Comunicación del 28/5/13, abonado 11-3238-4699, Archivo B-1009-2013-05-28-155549-2, CD 39).

También cabe hacer referencia que estos canales paralelos han sido utilizados para digitar acciones y comportamientos que facilitaron -de distintas maneras- el avance del plan de impunidad.

Por ejemplo, para noviembre de 2012, tanto Luis D’Elía como Andrés Larroque le solicitaron a Khalil que no se sumara a una marcha organizada por partidos de izquierda en defensa de la “causa palestina” y, también, que cesara con los reproches y reclamos, porque ese tipo de acciones podían repercutir en las nuevas relaciones bilaterales.
Así lo explicaba Khalil: “…no queremos hacer algo que irrite…no queremos irritar al gobierno argentino…no voy a hacer nada para irritar al gobierno argentino… ” y agregó “…estamos arreglando un problema mayor para nosotros…”, en alusión a las imputaciones por el atentado contra la AMIA, y ello ameritaba cautela. Khalil comprendió el riesgo de participar de estos actos: “…Me imagino que los troskos van a empezar con mensajes en contra del gobierno, cosa que yo no quiero…” (Comunicación del 16/11/2012, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-
2012- 11 -16-225815-2, CD 194). El plan de encubrimiento demandaba todas las precauciones posibles.
Respecto al mismo tema Khalil agregó: “…Hoy a la mañana tuve una reunión con la gente del gobierno, me pidieron que por favor no vaya a la reunión… ” y le dijeron: “…pará la bronca porque el tema de…puede repercutir en las relaciones que están manteniendo, las conversaciones que estamos teniendo nosotros en Ginebra… ” (Comunicación del 17/11/2012, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-2012-11-17-183444-8, CD 195). Y decidió: “…Entonces no quiero que ninguno de nosotros, que representa a la República Islámica de una u otra manera, como vos, como Ghaleb, como yo, como cualquiera de Flores o de la comunidad nuestra, no tiene que ir a ninguno de esos, no va a participar, en tanto y en cuanto Israel no invada….Ahora, si Israel invade…nosotros armamos un frente, no con los troskos ni con los de izquierda, con los kirchneristas, La Cámpora y todos esos van a acompañarnos. Ya lo hablé con Larroquey con D’Elía… ” (Comunicación del 17/11/2012, abonado 11- 3315-6908, Archivo B-1009-2012-11-17-183444-8, CD 195).

Y reiteró: “ …nosotros no estamos haciendo ninguna
manifestación acá, porque estamos en plenas negociaciones con el gobierno…a esa reunión la convoqué y o…pero después la tiré para atrás…porque en base a las negociaciones que se están haciendo entre Irán y Argentina, no queremos vernos inmiscuidos nosotros. Aparte fue un pedido del gobierno. Yo estuve hablando con D’Elía y con el Cuervo Larroque y me pidieron eso y yo lo transmití al Safir…y el Safir me dijo lo mismo… ‘no hagamos algo que, que pueda molestar’….” (Comunicación del 18/11/2012, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-2012-11-18- 095153-16, CD 196).

En conversación con Fernando Esteche expresó “…el sábado fui a la casa del gordo, hablé con el gordo y el gordo adelante mío lo llamó al cuervo, puso el altavoz…Cuervo, estoy con Yussefbla bla bla…le estoy diciendo que lo que me dijiste que transmita. Así, eh?…”. A esta altura, sobra aclarar que cuando se alude al “gordo” y al “cuervo”, se está haciendo referencia a Luis D’Elía y Andrés Larroque, respectivamente (Comunicación del 19/11/2012, abonado 11-3315-6908, Archivo B-1009-2012- 11-19-121034-16, CD 197).

De esta serie de comunicaciones, puede concluirse que Khalil no estaba dispuesto a involucrarse, como referente de Irán, en un ataque al gobierno por parte de “los troskos” y/o cualquier agrupación política, para no poner en peligro las negociaciones que se mantenían con Teherán. D’Elía y Larroque compartían esta preocupación y trabajaron para que Khalil y sus seguidores se mantuvieran al margen de cualquier manifestación y/o crítica pública al gobierno por la posición adoptada ante hechos internacionales relacionados con el conflicto palestino-israelí.
Tanto Larroque como D’Elía efectuaron sus aportes para asegurar y mantener el mejor clima posible entre las partes, mientras se ejecutaba el plan de encubrimiento ordenado por Cristina Fernández y llevado adelante por Héctor Timerman.

Otro ejemplo que demuestra la voluntad de proteger el plan de encubrimiento se desprende del episodio que tuvo lugar el 29 de mayo de 2013, cuando tomó estado público el dictamen de esta Unidad Fiscal sobre la profundización de ciertos aspectos relativos al atentado contra la AMIA, entre los que se estudiaba, la infiltración de la región por parte de estructuras de inteligencia iraní. En esa ocasión, Jorge Khalil y otros miembros de la comunidad local planeaban hacer algún tipo de descargo público, pero recibieron indicaciones desde Irán de abstenerse de ello, para no hacer peligrar las relaciones con Argentina y, obviamente, la maniobra encubridora.

Al respecto, sostuvo: “…le están pidiendo que no hagamos nada…el de acá ya me dijo no hagamos nada, no hagamos nada, no hagamos nada, pero no hagamos nada porque no quiere que se pudra en la relación de ellos…” (Comunicación del 04/06/2013, abonado 11-3238- 4699, Archivo B-1009-2013-06-04-082254-20, CD 46). En este caso, las
indicaciones de Teherán le llegaron a Khalil a través de Abdul Karim Paz, que es quien “le están pidiendo que no hagamos nadan y con “el de acá”, alude al Encargado de Negocios de Irán en Argentina. En suma, el encubrimiento era lo más importante y no debía verse afectado por cuestiones coyunturales.

Por último, estos canales paralelos contribuyeron al desarrollo de acciones destinadas a la creación de una versión alternativa y falsa sobre el atentado, verosímil a la opinión pública, que permita redireccionar la pesquisa hacia “nuevos imputados”, encubriendo en forma definitiva a los acusados iraníes, a quienes las pruebas y las distintas resoluciones judiciales los involucran muy claramente en el atentado.

Ilustran este punto las numerosas comunicaciones entre el referente iraní Jorge Khalil y otros partícipes, fundamentalmente, Fernando Esteche, Héctor Yrimia y el agente de inteligencia “Alian”. Para mayor abundamiento, corresponde remitirse a lo desarrollado en el punto IV.c.3.b de la presente.

En suma, en los puntos anteriores se han ejemplificado episodios que muestran el modo en que circularon mensajes, pedidos, inquietudes, información, etc., de un lado al otro del conjunto de individuos involucrados en el plan de encubrimiento aquí expuesto. Lo descripto en este punto permite visualizar el modo mediante el cual los autores del plan lograron establecer un vínculo indirecto, a través del conjunto de intermediarios, no sólo con los referentes iraníes en Teherán sino con uno de los imputados por el atentado contra la AMIA, Mohsen Rabbani, cuya detención con fines de extradición ha sido exhortada por la justicia argentina y es requerido con la máxima prioridad de búsqueda por Interpol.

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