Arte

Artes en Argentina en Argentina

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Definición de Arte

Según el concepto de Arte que brinda el Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de Manuel Ossorio, Arte hace referencia a lo siguiente:

Virtud, habilidad, industria para realizar algo.

Concepto Alternativo del Término

Astucia, maña.

Concepto Alternativo del Término

Conjunto de normas, especialmente prácticas, para ejecutar con acierto una cosa.

Concepto Alternativo del Término

Profesión, oficio (según la definición proporcionada por el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual).

Arte Precolombiano en el Territorio Argentino

Sin alcanzar el nivel artístico de otras culturas americanas, el de las artes indígenas precolombinas en el territorio que actualmente nos corresponde es rico e interesante, a pesar de lo cual ha sufrido la invisibilización del racismo extranjerizante de nuestra cultura dominante. No es fácil encuadrar nuestras artes precolombinas por la extensión de nuestro territorio, con una extraordinaria variedad ecológica que forzosamente se trasunta en la diversidad de las expresiones culturales. Puede decirse que la región del Noroeste se caracteriza por fuertes influencias andinas, mientras que la del Nordeste por influjos amazónidos, por su parte la región central, Córdoba, Santiago del Estero y San Luis, también todo Cuyo, por influjos andinos aunque fuertemente diluidos por culturas basadas en la agricultura y la ganadería, factores determinantes en la expresión artística de dichas zonas. En las demás zonas (Gran Chaco, la pampa, la Mesopotamia argentina, la Patagonia y la región fueguina), difusamente pobladas por etnias trashumantes que practicaban un modo de producción cazador-recolector, hubo menor desarrollo artístico y tecnológico.

Entre las más destacables herencias artísticas precolombinas, en la casi despoblada Patagonia de aquellos tiempos, se encuentra la fascinante Cueva de las Manos, a orillas del río Pinturas, en la provincia de Santa Cruz, que data de 7300 años a.C. Es una muestra de gran valor artístico, compuesta por impresiones de palmas de manos previamente teñidas con tintes naturales; “negativos” de manos obtenidos con pinturas que se soplaban a través del canal medular de un hueso para provocar el efecto de aerosol; también imágenes de guanacos muy estilizadas.
Se supone que el pueblo que produjo tal arte es el directo antecedente de los ahoniken (“patagones” o “tehuelches”). La impresión de las manos en la roca parece un rito mágico de inmortalización. En cuanto a las escenas de caza de guanacos, respetuosamente dibujados, parecen haber sido parte de rituales de gratitud al “hermano animal” por las proteínas aportadas en su muerte.

Otra manifestación de excepcional nivel artístico y de compleja interpretación fue hallada en Campo del Pucará, al pie del nevado del Aconquija: las antiquísimas estatuillas labradas en piedra conocidas como Suplicantes, que no desmerecerían como producto de algún talentoso escultor de nuestros días. Realizadas entre los siglos IV y VII d.C., pertenecen a la cultura Condorhuasi, de gran riqueza también en su alfarería, buscada en la actualidad por coleccionistas y depredadores de todo el mundo.

Los Suplicantes tienen una clara pero indescifrable intencionalidad religiosa, de allí el nombre adjudicado, quizás una artística plegaria a algún ser superior en cuyas manos estaría la decisión, como respuesta a la belleza creativa, de hacer más llevadera una vida condicionada por factores ajenos a la voluntad humana.

Los mapuches nos han legado una interesante cerámica, una muy desarrollada industria-arte textil de quillangos, y ponchos, vinchas, fajas y matras de complejos diseños y variada policromía. También se destacan su arte lítico y la metalurgia, en especial la sobria aunque atractiva platería que suele adornar a las mujeres. Los huarpes cuyanos, desde el 500 d.C., llaman la atención por su cestería de trama muy fina, hasta el punto de lograr cestas impermeables en las cuales se transportaba el agua, es decir la garantía de vida en sus extensas travesías por tierras desérticas. También son atribuibles a los huárpidos algunas de las curiosas pictografías que se encuentran en las paredes rocosas de Talampaya y que hoy convocan a muchos turistas. En las sierras de Córdoba y de San Luis se sabe que el pueblo comechingón desarrolló su característica arquitectura de casas comunales semisubterráneas de paredes de piedra, y también, que eran muy dados a los adornos de metal y piedras semipreciosas y que era frecuente la pintura ritual del cuerpo. Sin embargo lo que hoy más llama la atención de su arte son sus glifos y pictografías religiosas, notablemente abstractas, tales como las que se encuentran en Cerro Colorado y Ongamira (Córdoba). A lo largo de los grandes ríos litoraleños raramente se encuentran enterramientos con grandes urnas o restos de canoas, pero pueden darnos alguna idea de las artes precolombinas las creaciones, vulgarmente catalogadas como “artesanías”, de los actuales wichis, que se destacan por sus tallas representando animales en quebracho y palo santo y el tejido de atractivas chuspas a partir de la fibra del chaguar.

Fuente: Breve Historia Argentina

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