Asuntos Macroeconómicos

Asuntos Macroeconómicos en Argentina

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Concepto de Macroeconómico, ca

Definición de macroeconómico, ca en el contexto del derecho administrativo público argentino: Adjetivo. Relativo o perteneciente a la macroeconomía. (Según la definición sobre macroeconómico, ca proporcionada por una de las ediciones del Diccionario de la Real Academia Española). Las primeras acciones de reforma permitieron definir una política presupuestaria que tuvo en cuenta variables macroeconómicas. (Doc.1: 39). Macroeconómico, ca en inglés: macroeconomic. Macroeconómico, ca en francés: macroéconomique.[1]

Asuntos Macroeconómicos

En 2018, según estimaciones del Banco Mundial, el ingreso nacional bruto (INB) de Argentina, medido a precios promedio de 2016-18, fue de 550.333 millones de dólares, lo que equivale a 12.370 dólares per cápita (o 19.820 dólares per cápita sobre la base de la paridad de poder adquisitivo internacional). Durante el período 2009-18, se estimó que la población de Argentina aumentó a una tasa media del 1,1% anual, mientras que el producto interior bruto (PIB) per cápita aumentó, en términos reales, un promedio del 0,6% anual. Según las estimaciones oficiales, el PIB global aumentó, en términos reales, a una tasa media anual del 1,7% en 2009-18; el PIB aumentó un 2,7% en 2017, pero disminuyó un 2,5% en 2018, según las cifras preliminares.

La agricultura (incluida la silvicultura y la pesca) aportó un 7,2% preliminar del PIB en 2018. El sector ocupaba el 6,8% del total de la mano de obra a mediados de 2015, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Los principales cultivos comerciales son el trigo, el maíz, la caña de azúcar y la soja. La producción de carne de vacuno también es importante. Durante el periodo 2009-18, según las cifras oficiales preliminares, el PIB agrícola aumentó a una tasa media anual del 2,4%. El sector aumentó un 3,0% en 2017, pero disminuyó un 14,3% en 2018, según las cifras preliminares.

La industria (incluyendo la minería, la manufactura, la construcción y la energía) contribuyó con un 27,2% preliminar del PIB en 2018. Durante el período 2009-18, según las cifras oficiales preliminares, el PIB industrial aumentó, en términos reales, a una tasa media anual del 0,4%; el PIB sectorial aumentó un 2,5% en 2017, pero disminuyó un 3,1% en 2018.

La minería aportó un 4,5% preliminar del PIB en 2018. Las reservas de petróleo ascendieron a 2.017 m. de barriles en 2018 y la producción se situó en 591.808 barriles diarios en el mismo año. La producción de gas natural fue de 39.425m. cu m y las reservas probadas de gas ascendieron a 345.684m. cu m en 2018. Según las cifras oficiales preliminares, el PIB del sector minero disminuyó un 1,6% durante 2009-18; el PIB del sector disminuyó un 3,4% en 2017, pero aumentó un 0,8% en 2018.

La industria manufacturera aportó un 15,0% preliminar del PIB en 2018. Durante 2009-18, según las cifras oficiales preliminares, el PIB manufacturero aumentó, en términos reales, a una tasa media anual del 0,4%; el PIB manufacturero aumentó un 2,6% en 2017, pero disminuyó un 5,0% en 2018.

El sector de la construcción aportó un 4,8% preliminar del PIB en 2018. Durante el período 2009-18, según las cifras oficiales preliminares, el PIB del sector disminuyó a una tasa media anual del 1,8%; el PIB de la construcción aumentó un 10,5% en 2017 y un 1,4% en 2018.

La energía se deriva principalmente de la energía térmica (alimentada en gran parte por el gas natural), responsable de un estimado 64,5% de la producción nacional en 2017. La hidroelectricidad representó un 23,7% estimado de la producción total de energía de Argentina en el mismo año, mientras que las tres centrales nucleares del país produjeron el 4,6% de la energía en 2017, según fuentes oficiales. Está previsto que otros dos reactores nucleares, construidos con financiación china y rusa, comiencen a funcionar a mediados de la década de 2020.En 2019, el Gobierno anunció planes para construir un gasoducto de gas natural desde los yacimientos de hidrocarburos de Vaca Muerta. En 2018 las importaciones de combustibles minerales comprendieron un 10,9% provisional del total de las importaciones del país.

Se estima que los servicios representaron el 65,6% del PIB en 2018. Según las cifras oficiales preliminares, el PIB del sector servicios aumentó, en términos reales, a una tasa media del 2,1% anual durante 2009-18; el PIB sectorial aumentó un 2,3% en 2017, pero disminuyó un 0,6% en 2018.

En 2018, Argentina registró un déficit comercial de mercancías visible de 867 millones de dólares, mientras que hubo un déficit de 27.479 millones de dólares en la cuenta corriente de la balanza de pagos. En 2018, según cifras provisionales, el principal origen de las importaciones fue Brasil (23,8%), seguido por la República Popular China, Estados Unidos y Alemania. Brasil fue también el principal receptor de las exportaciones, con un 18,3% del total de las mismas en ese año, seguido de China y EEUU. Las principales exportaciones en 2018, según datos provisionales, fueron los residuos de las industrias alimentarias y los piensos preparados, seguidos de los cereales, los vehículos, las grasas y los aceites, y los combustibles minerales, los lubricantes y los materiales conexos. Las principales importaciones en 2018, también según cifras provisionales, fueron vehículos, calderas, maquinaria eléctrica y combustibles minerales y lubricantes.

En 2020 se prevé un déficit presupuestario consolidado de las administraciones públicas de 415.103,7 millones de nuevos pesos. La deuda bruta de las administraciones públicas argentinas fue de 12.569.407m. de nuevos pesos en 2018, equivalente al 86,1% del PIB. La deuda externa total de Argentina en 2018 fue de 280.516m. de dólares, de los cuales 131.182m. eran deuda pública y con garantía pública. En ese año, el costo del servicio de la deuda pública y con garantía pública a largo plazo y de los reembolsos al Fondo Monetario Internacional (FMI) fue equivalente al 45,0% del valor de las exportaciones de bienes, servicios e ingresos (excluyendo las remesas de los trabajadores). La tasa anual de inflación fue del 34,3% en 2018. Según las cifras de la encuesta de población activa, la tasa de desempleo nacional fue del 10,6% en el segundo trimestre de 2019.

El Gobierno de Mauricio Macri heredó una alta tasa de inflación, reservas agotadas y un creciente déficit fiscal. Macri puso fin a los estrictos controles de capital para permitir que el peso flotara libremente frente al dólar estadounidense, pero esto trajo consigo una devaluación del 30% del peso, lo que provocó un nuevo aumento de los precios al consumidor. En un intento de reducir el déficit fiscal, se puso fin a las subvenciones a la energía y se introdujeron restricciones salariales en el sector público. También se relajaron los controles de cambio y se unificó el tipo de cambio. La resolución de la larga disputa con los acreedores vivió una pausa en 2016 (ver Deuda «Default» ), lo que significó que Argentina pudo volver a los mercados internacionales. Aunque la entrada de fondos extranjeros creció, la inflación y el desempleo siguieron siendo altos. Macri aprovechó el aumento de la representación de su partido en el Congreso tras las elecciones de mitad de mandato de 2017 para conseguir la aprobación de reformas económicas favorables a las empresas, sobre todo en los sistemas fiscal, laboral y de pensiones. Las medidas pretendían aumentar la competencia y la inversión, así como impulsar el empleo. Sin embargo, las subidas de los tipos de interés en Estados Unidos, así como una grave sequía, provocaron nuevos aumentos de la inflación en 2018, lo que hizo temer a los inversores y, a partir de abril, provocó una nueva caída del valor del peso. Esto se vio exacerbado por nuevos aumentos en los precios de los combustibles y los servicios públicos, lo que provocó un descontento popular generalizado. En junio, el gobierno se vio obligado a obtener un acuerdo de reserva de 50.000 millones de dólares con el FMI. A cambio del préstamo del FMI, el Gobierno accedió a acelerar su plan para eliminar el déficit fiscal para 2020; con este fin, el presupuesto de 2019 contenía nuevos recortes de gastos, incluidos los proyectos de educación, sanidad, transporte y obras públicas. La economía se contrajo un 2,5% en 2018, mientras que la inflación anual subió al 34,3%. La caída de la popularidad de Macri se reflejó en los resultados de las elecciones primarias de agosto de 2019, y provocó una nueva y dramática caída del valor del peso que la introducción de medidas económicas de emergencia no logró frenar. El nuevo Gobierno de izquierdas, que tomó posesión en diciembre, rechazó cualquier otro desembolso del FMI y reabrió las negociaciones sobre la reestructuración de la deuda. El presidente Alberto Fernández prometió revitalizar la economía nacional, pero no a costa de los argentinos; para ello, un paquete de medidas de emergencia recibió la aprobación del Congreso a finales de mes. Aunque las conversaciones con el FMI continuaban en 2020, la pandemia mundial de coronavirus (COVID-19), así como la caída de los precios del petróleo, aumentaron la probabilidad de un nuevo impago y dieron lugar a una previsión económica sombría para el año 2020 y también el 2021.

Revisor de hechos: Brooks

Recursos

Notas y Referencias

  1. Información sobre macroeconómico, ca basado en la obra de Postigo de Bedia, Ana María & Díaz de Martínez, Lucinda del Carmen. (2006). Diccionario de términos de la Administración Pública (Vol. 8). Buenos Aires, Argentina: Editorial Dunken.

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